Editorial Ciencia UANL 23-100

MTRO. ROGELIO G. GARZA RIVERA
RECTOR UANL

CIENCIA UANL / AÑO 23, No.100 marzo-abril 2020

Como respuesta a la necesidad de contar con un medio adecuado para divulgar el quehacer científico realizado en la Universidad Autónoma de Nuevo León, en 1998, en la Biblioteca Universitaria “Raúl Rangel Frías”, vio la luz el primer número de la revista CienciaUANL, fundada por el Dr. Mario César Salinas Carmona.

Hoy, veintitrés años después de aquel primer número –que en su portada presentó un microscopio electrónico de transmisión relacionado con un artículo del Dr. Hugo Barrera Saldaña–, orgullosamente presentamos hoy nuestro número 100.

Sin duda ésta es una oportunidad inmejorable para hacer un ejercicio de retrospectiva, volver la vista atrás y observar cómo y cuánto hemos evolucionado.

CienciaUANL se ha editado ininterrumpidamente por más de dos décadas, siempre con entusiasmo, responsabilidad profesional y compromiso social. Poco a poco pasamos de un pequeño equipo de cinco personas, a un amplio grupo multidisciplinario, preparado y comprometido, con el cual nos hemos constituido como una publicación de relevancia institucional y editorial, no sólo como un órgano de divulgación científica y tecnológica, sino también como un faro de cultura y acervo histórico.

Nuestra filosofía ha sido la de trabajar, transformar y trascender, por ello somos una reconocida publicación científica, que además es semillero de talentos pues por nuestra revista han desfilado estudiantes, investigadores y profesionales que han adoptado la divulgación científica como parte fundamental de su quehacer diario.

La calidad siempre ha sido uno de nuestros pilares, y en nuestras páginas han escrito grandes personalidades que le han dado a nuestra revista el impulso necesario para mantenerse y crecer número a número. Hemos pasado de aparecer cada tres meses durante los primeros 15 años, a una frecuencia bimestral; de ser un órgano de difusión, a ser una publicación de divulgación que acerca cada vez más a la juventud a un mundo lleno de emoción y conocimiento.

No todo ha sido fácil, no siempre hubo bonanza, sin embargo, en nuestra redacción siempre ha permeado un espíritu de unidad, trabajo y mejora continua. Esto se refleja en los más de 1,000 artículos que se han publicado a lo largo de 99 números y en cada uno de los índices nacionales e internacionales en los que hemos logrado indexarnos: Periódica, Biblat, Actualidad Iberoamericana, Cuiden, Latindex, Hemeroteca Latinoamericana y, desde 2013, el Índice de Revistas Mexicanas de Divulgación Científica y Tecnológica del Consejo Nacional de Ciencia y Tecnología (Conacyt).

En estos 23 años hemos cambiado mucho; desde mudar nuestras instalaciones de la Biblioteca Universitaria al Edificio del Centro de Internacionalización, hasta modernizarnos para darle la bienvenida al mundo digital y tener presencia en las redes sociales.

Actualmente, no sólo aparecemos de manera física, contamos con una versión on line donde se pueden consultar los artículos publicados a texto completo. Nos hemos salido de la rigidez que podría suponer un asunto como la ciencia y la tecnología, y hemos apostado por el cambio, por la frescura en los diseños para generar una publicación más amigable, visual e interesante, sin comprometer la calidad de nuestros contenidos.

Hace dos años incorporamos el Digital Object Identifier (DOI) a todos nuestros artículos académicos y los hicimos extensivos a las publicaciones de las diferentes áreas de la Universidad, esto ha permitido incrementar la visibilidad de nuestras publicaciones, así como darles una identificación única a nivel mundial que nos permite ser citados de manera consistente.

Ciencia UANL llega a su número 100, y con él llegan nuevos retos, como crecer aún más en la distribución y traspasar las fronteras nacionales, integrando más a todos los protagonistas del conocimiento: estudiantes, profesores, investigadores y organismos públicos y privados.

En nuestros planes sigue estando aumentar nuestro tiraje, generar intercambios, atraer investigadores de otras universidades y latitudes, con el fin de darle un equilibrio a la revista, pero, sobre todo, el mayor reto: mantener la constancia y la calidad.

Sean bienvenidos a nuestro número 100, con el deseo de que estos primeros veintitrés años sean sólo el inicio de una larga vida de trabajo, transformación y trascendencia.