¿QUÉ SOMOS, DEPREDADORES O PRESAS?

CIENCIA UANL / AÑO 22, No.98 noviembre-diciembre 2019

No sé tú, pero yo un día me pregunté qué sería de mí si viviera en la era cuando nuestros ancestros cazaban grandes mamuts y se tenían que proteger del tigre colmillos de sable y otros feroces depredadores. Mi respuesta creo que no fue la mejor, porque siendo sincero, considero que no habría sobrevivido, y es que la vida que llevamos hoy en día en poco o nada se parece a esa vida, donde casi todo era parte del gran entrenamiento para la supervivencia. De hecho, yo no sabía, pero la estructura de los huesos está controlada por un sistema retroalimentado que mantiene su rigidez adecuada a los esfuerzos habituales, y es por eso que se puede adaptar la distribución espacial de su tejido a las minideformaciones inducidas, con el objetivo de mejorarla en respuesta a la actividad física. Un equipo multidisciplinario, compuesto por José Luís Ferretti, Ricardo Capozza, Gustavo Cointry, Laura Nocciolino, Sergio Lüscher, Nicolás Pilot, Leandro Pisani, y por la Titular del CEMeDep, Romina González, en el seno del Centro de Estudios de Metabolismo Fosfocálcico (CEMFoC), que depende de la Facultad de Ciencias Médicas de la Universidad Nacional de Rosario (Argentina), ha descifrado que el ejercicio puede tanto rigidizar como flexibilizar distintos huesos, dependiendo del entrenamiento al que esté habituado.

“Los primeros estudios que realizó el CEMFoC fueron de tipo metabólico”, recuerda José Luís Ferretti, miembro fundador de este centro de estudios. Más adelante, esta dependencia se dedicó a analizar las relaciones entre la estructura, la resistencia de los huesos y el papel de la musculatura. Es así que fue el primer laboratorio del mundo en proponer el uso de calificadores que funcionan como indicadores, para diagnosticar la resistencia ósea en forma no invasiva (tomográfica), y para calificarla según la relación entre las masas del hueso y del músculo.

La finalidad de la investigación es estudiar las relaciones entre músculos y huesos en condiciones especiales. “Se analizan deportistas de élite de distintas disciplinas, asociando los datos tomográficos con mediciones de la fuerza de la musculatura que afecta a los huesos estudiados. De esta manera, se pudieron profundizar las investigaciones sobre el mecanismo que regula automáticamente la eficiencia mecánica de la estructura de los huesos, llamado ‘mecanostato óseo’, que se encarga de mantener un grado razonable de resistencia a la fractura en todos los vertebrados”, sostuvo Ferretti.

Empleando esta asociación metodológica para el estudio particular del peroné humano, se ha podido establecer recientemente que el mecanostato no sólo provee una protección contra las fracturas, sino que también controlaría otras propiedades óseas, que no están vinculadas obligatoriamente a su resistencia, pero sí a otras pertenencias que tienen que ver con la aptitud de cada especie portadora para triunfar en la lucha por la supervivencia (fuente: Universidad Nacional de Rosario / Argentina Investiga).