PRIMER REPTIL MODIFICADO GENÉTICAMENTE

CIENCIA UANL / AÑO 22, No.98 noviembre-diciembre 2019

Alguna vez vi una película de ciertos animales asesinos que habían sido modificados en un laboratorio con el fin de gobernar el mundo. Lo cierto es que dejaban mucho que desear pues se veían tan falsos. Antes eso de modificar animales era cosa de la ciencia ficción, pero no más, ya que unas lagartijas se han convertido en los primeros reptiles modificados genéticamente en el mundo. Para lograrlo, los investigadores se valieron de una nueva técnica para la edición de genes, diferente de los principales métodos utilizados hasta ahora.

Varias investigaciones habían intentado modificar genéticamente lagartos para poder entender, posteriormente, la herencia biológica de los mismos. Sin embargo, los científicos no lo conseguían debido a que las técnicas actuales para dicha transformación no servían para estos animales.

La metodología que se suele emplear para la modificación de genes se basa en inyectar reactivos de edición genética CRISPR-Cas9 en los óvulos recién fertilizados. Pero esta técnica no se podía utilizar porque los lagartos tienen una fertilización interna, lo que impide conocer el momento en el que se produce y hace imposible manipularlo desde fuera.

Un nuevo trabajo, publicado en la revista Cell Reports, lo ha conseguido mediante un proceso diferente y han descubierto que los lagartos anolis (Anolis carolinensis) pueden transferir a sus descendientes los alelos de albinismo editados genéticamente.

Los investigadores, liderados por la Universidad de Georgia (Estados Unidos), centraron sus estudios en este lagarto para investigar su regulación genética, ya que estos animales han experimentado varios episodios de especiación en las islas del Caribe –aparición de diferencias entre dos especies próximas, lo que provoca su separación definitiva y evoluciona en especies distintas–, muy parecidos a los pinzones de Darwin de las Galápagos.

“Con la modificación de genes podemos identificar qué diferencias hay en sus secuencias de ADN para conocer qué cambios contribuyen a la aparición de nuevas especies”, indica el autor del trabajo. Esto ayudaría a entender cómo los cambios en las secuencias de los seres humanos pueden dar lugar a defectos en nuevos nacimientos.

No obstante, los expertos no saben si podrán estudiar cómo funcionan los genes en un grupo más grande de animales. “Cada especie indudablemente tiene cosas que decirnos. Hace falta tomarnos el tiempo necesario para desarrollar más los métodos de edición de genes”, explican (fuente: María Marín/SINC).