Las ciudades frente al cambio climático

Pedro César Cantú Martínez*

CIENCIA UANL / AÑO 20, No. 83, ENERO-MARZO 2017

De acuerdo al Programa de las Naciones Unidas para los Asentamientos Humanos (Earthscan y UN-Habitat, 2011, p.9), “los efectos de la urbanización y del cambio climático están convergiendo en peligrosas direcciones que suponen una seria amenaza para la estabilidad medioambiental, económica y social del mundo”, particularmente, cuando en materia de urbanización ésta es ineficiente al generar desigualdad social, contaminación y sitúa a grandes núcleos de población en riesgo frente a los estragos que se pueden potencialmente generar por los efectos del cambio climático. Frente a este escenario, los desafíos que deben enfrentar los centros urbanos son mayúsculos, ya que éstos son hitos artificialmente construidos que denotan una serie de eventos y transformaciones que de forma sustancial afectan al entorno.

Entre los retos que estas urbes presentan se encuentran la movilidad social, así como el acceso a la vivienda, equipamiento e infraestructura por parte de la población (Molina, 2014); sin embargo, igualmente están las eventualidades producto de sus actividades orgánicas como la generación de aguas residuales, las emisiones de contaminantes al aire, el cúmulo de residuos sólidos peligrosos y la demanda de recursos naturales como materiales para satisfacer las necesidades sociales de sus moradores.

Lo anterior demanda intervenciones esencialmente de carácter estratégico ya que nuestra sociedad estima a las ciudades como

…lugares de oportunidad, motores de la economía [que] impulsan la creación de prosperidad, el desarrollo social y el empleo, la provisión de servicios y bienes fundamentales, la innovación, el progreso industrial y tecnológico, el espíritu empresarial y la creatividad, [que] generan economías de escala, facilitan la interacción, impulsan la especialización y la competitividad (Sobrino et al., 2015, p. 6).

Por esta razón, hoy en día las ciudades se constituyen en todo un desafío, pero particularmente porque éstas contribuyen al cambio climático y a maximizar los estragos que genera este fenómeno. En este manuscrito discurrimos por la relación existente entre cambio climático y las metrópolis, de igual forma, en dar cuenta de los esfuerzos que se han realizado a partir de la constitución del grupo denominado C40, el cual busca apoyar y compartir los beneficios que en materia de política pública se implementan para lograr contrarrestar los efectos del cambio climático.

Cambio Climático y ciudades

Quiroz Benítez (2013, p.348) sitúa a las grandes metrópolis como

…espacios complejos en los que se dan múltiples formas de interacción social que influyen en el desequilibrio y el deterioro de sus ecosistemas. Esto sin duda es relevante si se considera que actualmente cerca de la mitad de los habitantes del mundo vive en ciudades.

Por tal motivo, el tópico de sustentabilidad urbana se ha constituido en uno de los más urgentes durante las últimas dos décadas (Molina, 2014). En ese sentido, Molina (2014, p.13) indica que “la principal área de oportunidad empieza en la planeación misma de las ciudades y en aprovechar el suelo urbano de manera eficiente”, con la finalidad de abatir la tirante relación existente entre las ciudades y los sistemas naturales de soporte de las mismas, ya que debemos recordar que este malestar está supeditado al modelo actual de carácter consumista. Es a través de este mismo modelo que las ciudades contribuyen robustamente a la génesis del cambio climático mediante su metabolismo urbano. De acuerdo a la Alianza de las Ciudades por el Grupo de Asentamientos Humanos del Instituto Internacional para el Medio Ambiente y el Desarrollo (2009, p.1), las ciudades en el mundo confrontan tres interrogantes concernientes al cambio climático,

  1. ¿Cómo adaptarse a los cambios y retos que trae o traerá el calentamiento de la Tierra, como el mayor número de tormentas, inundaciones, deslizamientos de tierra, olas de calor y, posiblemente, escasez de agua?
  2. ¿Cómo reducir las emisiones de gases de efecto invernadero (mitigación) para desacelerar
    y, en definitiva, detener el calentamiento de la Tierra provocado por el hombre?
  3. ¿Cómo lograr un marco institucional de respaldo externo, el cual proviene de los niveles superiores del gobierno y de los organismos internacionales, para ayudar a los gobiernos municipales a responder a los cambios y retos suscitados por el calentamiento global?.

Ante estas preguntas, la instauración del Consejo Mundial de Alcaldes para el Cambio Climático en 2005 (Gobierno de la Ciudad de México, 2016a) y sus encuentros mundiales del C40, han sido una respuesta puntual para combatir el cambio climático en su contexto con la ciudad. Donde los principales propósitos han sido intercambiar conocimiento, nutrirse de las prácticas de otras ciudades en lo que refiere a la adaptabilidad al cambio climático y participar a los demás de experiencias exitosas. No obstante, es importante considerar que los riesgos del cambio climático varían de una ciudad a otra; sin embargo, también existen temas que se comparten, como las olas de calor, las copiosas precipitaciones, periodos prolongados de sequía y, en aquellas ciudades que se establecen en los litorales, los aumentos paulatinos en el nivel del mar. Sin duda estos aspectos demandan políticas públicas de corto y largo plazo que permitan definir y garantizar su desarrollo futuro con bajas emisiones de carbono y de forma resiliente.

¿Qué es el C40?

El C40 es una iniciativa que está constituida por un conjunto de ciudades en todo el mundo cuyas labores y actividades están encaminadas para disminuir las emisiones de carbono a la atmosfera y contar con una mayor resiliencia a los efectos del cambio climático, esencialmente porque se reconoce que en las ciudades se emite alrededor de 70% de los gases de invernadero en el mundo. Actualmente, involucra a más de 80 ciudades que albergan a 600 millones de personas que se encuentran distribuidas en las ciudades participantes (Gobierno de la Ciudad de México, 2016a; 2016b).

El C40 se erigió en 2005 en Londres, y estuvo constituido inicialmente por 18 ciudades con la finalidad de aunar esfuerzos para abatir el cambio climático y favorecer acciones encaminadas a una adaptación a estas nuevas condiciones. El encuentro del C40 es bienal y entre las sedes anteriores se encuentran Nueva York (2007), Seúl (2009), Sao Paulo (2011), Johannesburgo (2014) y recientemente la Ciudad de México, del 30 de noviembre al 2 de diciembre de 2016 (Gobierno de la Ciudad de México, 2016a).

Este grupo de ciudades, en la actualidad, conforma un liderazgo en el mundo que lucha contra el cambio climático desde las grandes urbes. En 2007, dos años después de su constitución, el C40 unió esfuerzos con la Fundación Clinton para trabajar conjuntamente en la Clinton Climate Initiative (CCI), proyecto encaminado a trabajar primeramente en 16 metrópolis en el mundo, particularmente en el rediseño de las edificaciones con la finalidad de aminorar entre 20 y 50% el uso de energía eléctrica, iniciando así actividades para contrarrestar el cambio climático. Entre las urbes que participaron en este programa encontramos aquéllas que fueron contempladas como megaciudades y por lo tanto bastante complejas, como Bangkok, Berlín, Londres, Ciudad de México, Nueva York, Roma y Tokio (Brown, 2010).

En el presente, el C40 simboliza una innovadora opción de cooperación sustentada en una red de ciudades donde los alcaldes comparten sus experiencias para mejorar el bienestar de sus ciudadanos y procurar una tranquilidad social al afrontar los retos planteados por el cambio climático. Asimismo, se reconoce el esfuerzo que se realiza en este ámbito, y en 2016, el C40 premió 11 ciudades por sus proyectos para abatir los efectos del cambio climático. Entre los criterios para la premiación están el logro ambiental, la mitigación de gases de efecto invernadero, la innovación, la eficiencia, replicabilidad e implementación, entre otros rubros. Este premio por categoría lo obtuvieron las ciudades de Adís Abeba (transporte), Copenhague (adaptación en acción), Curitiba (comunidades sustentables), Calcuta (residuos sólidos), Sídney y Melbourne (creación de eficiencia energética), París (evaluaciones y planes de adaptación), Portland (planes de acción climática e inventarios), Seúl (equidad social y cambio climático), Shenzhen (desarrollo financiero y económico) y Yokohama (energía limpia) (C40 Cities, 2016). Al reconocer estas iniciativas sustentables se busca incentivar e inspirar a más metrópolis para tomar acciones y adherirse a estas actividades tangibles que procuran el mejoramiento del entorno y de la calidad de vida de los habitantes en las urbes.

Conclusiones

De manera holística, es ineludible vaticinar que todas las ciudades en el mundo tendrán que afrontar cierto tipo de efecto climático, en algunas serán menores, pero en otras la severidad será más patente. Particularmente, esto toma notoriedad ya que los impactos del cambio climático que se ciernen sobre los centros urbanos conllevarán problemas adicionales asociados a infraestructura, respuesta en materia de salud pública, afectación al bienestar de sus moradores y esencialmente a la gestión para proveerse recursos tanto materiales como naturales para sus funciones productivas.

Estos eventos plantean nuevos retos en materia de gestión urbana y gobernanza, ya que las metrópolis difieren en su vulnerabilidad y capacidad económica para hacer frente a los incidentes climáticos. Para Oltra y Marín (2013, p.317) esto demandará

…un liderazgo fuerte por parte del alcalde u otro responsable político; la incorporación de conocimiento científico a través de universidades locales; la implicación de las distintas partes interesadas; la sinergia con las estrategias de búsqueda creativa de apoyo y financiación.

Los factores antes señalados determinarán la capacidad de adaptabilidad para superar los escollos que nos escenifica ahora el cambio climático, pero además conllevará un replanteamiento socioambiental de las ciudades y una conmutación en el ámbito metacognitivo de sus moradores, que los encaminen actuar de forma más solidaria y subsidiaria, y que imbuyan a robustecer iniciativas como el C40.

*Universidad Autónoma de Nuevo León/FCB.

Contacto: cantup@hotmail.com, pedro.cantum@uanl.mx

 

Referencias

Alianza de las Ciudades por el Grupo de Asentamientos Humanos del Instituto Internacional para el Medio Ambiente y el Desarrollo. (2009). Cambio climático: ¿Cómo influye en su ciudad? Civis, 1 (julio), 1-4.

Brown, L.R. (2010) Movilizarse para salvar la civilización. Plan B 4.0. Bogotá. ECOE Ediciones-CEID.

Cantú M., P.C. (2015). Sustentabilidad urbana. Ciencia UANL, 18(74), 28-32.

C40 Cities. (2016). C40 premia las 11 mejores ciudades de 2016 por abordar el cambio climático. Consultado el 1 de Diciembre de 2016 disponible en: http://www.c40.org/blog_posts/c40-premia-las-11-mejores-ciudades-de-2016-por-abordar-el-cambio-climatico

Earthscan & UN-Habitat. (2011). Las ciudades y el cambio climático: orientaciones para las políticas. Informe mundial sobre asentamientos humanos 2011. Resumen ejecutivo. Washington. Earthscan / UN-Habitat.

Gobierno de la Ciudad de México. (2016a). Cumbre de alcaldes C40, CDMX. México. Gobierno de la Ciudad de México.

Gobierno de la Ciudad de México. (2016b). Cumbre Mundial de Alcaldes C40. Reuniendo alcaldes globales para resaltar el papel crucial de las megaciudades en la lucha contra el cambio climático. México. Gobierno de la Ciudad de México.

Molina, M. (2014). Expansión urbana y cambio climático. Ciencia, octubre-diciembre, 11-13.

Oltra, C., y Marín, R. (2013). Los retos en la adaptación al cambio climático en entornos urbanos. Papers, 98(2), 311-330.

Quiroz Benítez, D.E. (2013). Las ciudades y el cambio climático: el caso de la política de la Ciudad de México. Estudios Demográficos y Urbanos, 28(2), 343-382.

Sobrino, C., et al. (2015). Ciudades sostenibles en México: una propuesta conceptual y operativa. México. Consejo Nacional de Población.