Perros detectan cáncer de próstata

CIENCIA UANL / AÑO 19, No. 79, MAYO-JUNIO 2016
El cáncer de próstata es el segundo más común y la sexta causa de muerte por cáncer entre los hombres en todo el mundo. Tan sólo en España cada año se detectan 28,000 casos. Aunque hay varios métodos para detectarlo, éstos no son los suficientemente sensibles y precisos. Antes de recurrir a la biopsia, los pacientes son sometidos a diversas pruebas cuyo objetivo es detectar precozmente este mal. Además del tacto rectal, se cuenta con la determinación en sangre de antígeno prostático específico (PSA, por sus siglas en inglés), la prueba diagnóstica más sensible.
No obstante, el PSA no es específico del cáncer de próstata y puede verse aumentado por una inflamación de la próstata o por una hiperplasia benigna de próstata, por ejemplo. Es por esto que muchos hombres deben someterse a biopsias aun teniendo una patología no maligna, debido a que sus niveles de PSA en suero son altos.
En la búsqueda de métodos de detección menos invasivos entran en juego los perros. Diversos estudios demuestran que los canes pueden detectar cánceres de vejiga, pulmón o mama al oler la orina de los pacientes portadores. Ahora, un equipo del Hospital Universitario y Politécnico La Fe en Valencia, España, estudia en laboratorio si “el mejor amigo del hombre” también es capaz de encontrar compuestos orgánicos volátiles en la orina de los pacientes con cáncer de próstata. El proyecto, coordinado por José Luis Ruiz Cerdá, pretende incluir esta nueva herramienta biológica en la detección del cáncer.
Para los especialistas, esta técnica evita procedimientos incómodos y reduce los costos hospitalarios. Los perros son una parte esencial en esta investigación, con su olfato, un aparato entre 40 y 60 veces más sensible que el humano, son capaces de acumular entre 200 y 300 millones de células olfativas. Además son capaces de identificar, con mayor precisión –con un umbral de detección 100 millones de veces superior al humano–, las moléculas responsables de los olores que vienen del aire inhalado y de detectar los compuestos orgánicos volátiles presentes en la orina y característicos del cáncer de próstata.
Para ello, los perros –donados desde particulares al adiestrador– realizan un exhaustivo y protocolizado entrenamiento con muestras con cáncer y sin compuestos procedentes del metabolismo de las células cancerígenas (muestra control). En su rutina diaria, como en la habitual, el adiestrador no olvida pasear, correr y jugar con ellos (Fuente: SINC).
