Premios Ig Nobel 2015

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¿Quién dijo que la ciencia no puede ser divertida? Tan disparatada y única como siempre, la entrega de los Ig Nobel 2015 ha vuelto a celebrarse en el Teatro Sanders de la Universidad de Harvard, en su vigésima quinta edición.

Los primeros Ig Nobel fueron adjudicados en 1991. Recordemos que son una parodia estadounidense del Premio Nobel; y se entregan cada año a principios de octubre por los logros de diez grupos de científicos que “primero hacen reír a la gente, y luego le hacen pensar”. Organizado por la revista de humor científico Annals of Improbable Research (AIR), los premios pretenden celebrar lo inusual, honrar lo imaginativo y estimular el interés de todos por la ciencia, la medicina, y la tecnología. El nombre Ig Nobel es un juego con la palabra Ignoble, que en castellano es Innoble, que se caracteriza por la vileza, bajeza o mezquindad. Aunque esta definición no se ajusta de forma certera al objetivo que los investigadores se propusieron, en todo caso podríamos considerar una acepción relacionada con lo jocoso y cómico de los temas escogidos.

A continuación presentamos a los galardonados en ediciones pasadas.

Premios Ig Nobel 2012

Psicología: Anita Eerlan y Rolf Zwaan (Países Bajos), junto con Tulio Guadalupe (Perú, Rusia y Países Bajos), por su estudio sobre cómo la Torre Eiffel parece más pequeña si se mira inclinándose uno a la izquierda.

Paz: A la compañía SKN (Rusia), por convertir vieja munición rusa en nanodiamantes.

Acústica: A Kazutaka Kurihara y Koji Tsukada (Japón), por la creación de una máquina que desvirtúa el habla de las personas, haciendo que oigan sus propias palabras con un retraso casi nulo.

Neurociencias: Craig Bennett, Abigail Baird Michael Miller y George Wolford (Estados Unidos), por demostrar que los investigadores del cerebro, al utilizar sus complejos instrumentos y estadísticas simples, perciben actividades cerebrales coherentes en cualquier sitio, incluso en un salmón muerto.

Química: A Johan Pettersson (Suecia), por solucionar el rompecabezas de por qué, en ciertas casas en la ciudad de Anderslöv (Suecia), el pelo de la gente se vuelve verde.

Literatura: A la Oficina General de Contabilidad del Gobierno de EE. UU., por sacar un informe acerca de informes que recomiendan la preparación de un informe.

Física: A Joseph Keller (EE. UU.), Raymond Goldstein (EE. UU. y Reino Unido), Patrick Warren y Robin Ball (ambos del Reino Unido), por calcular el equilibrio de fuerzas que conforman y mueven el pelo en la cola de caballo del peinado de las personas.

Dinámica de fluidos: A Rouslan Krechetnikov (EE UU, Rusia y Canadá) y Hans Mayer (Estados Unidos), por estudiar la dinámica de agitación de un líquido para averiguar qué sucede cuando una persona camina con una taza de café en la mano.

Anatomía: A Frans de Waal (Holanda y EE. UU.) y Jennifer Pokorny (EE. UU.) por descubrir que los chimpancés pueden identificar a otros chimpancés, individualmente, por las fotografías de sus traseros.

Medicina: A Emmanuel Ben-Soussan y Michel Antonietti (Francia), por asesorar a médicos que realizan colonoscopias cómo minimizar el riesgo de que sus pacientes exploten.

 

Premios Ig Nobel 2013

Medicina: A Masateru Uchiyama, Xiangyuan Jin, Qi Zhang, Toshihito Hirai, Atsushi Amano, Hisashi Bashuda Masanoriy Niimi por estudiar los efectos de escuchar ópera si te han trasplantado el corazón y eres un ratón: “Auditory stimulation of opera music induced prolongation of murine cardiac allograft survival and maintained generation of regulatory CD4+CD25+ cells”.

Psicología: A Laurent Bègue, Brad Bushman, Oulmann Zerhouni, Baptiste Subra, y Medhi Ourabah, por confirmar experimentalmente que las personas que creen estar borrachas también piensan que son atractivas: “Beauty Is in the Eye of the Beer Holder’: People Who Think They Are Drunk Also Think They Are Attractive”.

Biología y astronomía: A Marie Dacke, Emily Baird, Marcus Byrne, Clarke Scholtz y Eric Warrant, por descubrir que cuando los escarabajos peloteros se pierden son capaces de volver a casa mirando a la Vía Láctea.

Seguridad e ingeniería: A Gustano Pizzo, por inventar un sistema electromecánico para atrapar secuestradores aéreos: el sistema lo deja caer a través de una trampilla, lo empaqueta, y luego lo deja caer a tierra –con un paracaídas, eso sí– mediante unas compuertas instaladas a tal efecto, donde la policía lo estará esperando tras haber sido avisada por radio. “Anti hijacking system for aircraft”, patente EE. UU., #3811643, 21 de mayo de 1972.

Física: A Alberto Minetti, Yuri Ivanenko, Germana Cappellini, Nadia Dominici, y Francesco Lacquaniti, por descubrir que algunas personas serían capaces de correr sobre la superficie de un lago… si esas personas y el lago en cuestión estuvieran en la superficie de la Luna: “Humans Running in Place on Water at Simulated Reduced Gravity”.

Química: A Shinsuke Imai, Nobuaki Tsuge, Muneaki Tomotake, Yoshiaki Nagatome, Toshiyuki Nagata, y Hidehiko Kumgai, por descubrir que el proceso mediante el que las cebollas hacen llorar a la gente es aún más complicado de lo que los científicos suponían: «Plant Biochemistry: An Onion Enzyme that Makes the Eyes Water.

Arqueología: A Brian Cranddall y Peter Stahl, por sancochar una musaraña muerta y luego tragársela sin masticar para luego examinar cuidadosamente todo lo expulsado en los días siguientes para verificar qué huesos se disuelven en el sistema digestivo humano y cuales no: “Human Digestive Effects on a Micromammalian Skeleton”.

Paz: A Alexander Lukashenko, presidente de Bielorrusia, por hacer ilegal aplaudir en público y a la Policía de Bielorrusia por arrestar a un hombre con un solo brazo por aplaudir.

Probabilidad: A Bert Tolkamp, Marie Haskell, Fritha Langford, David Roberts, y Colin Morgan, por dos descubrimientos relacionados. El primero, que cuanto más tiempo lleve una vaca tumbada más probable es que se levante pronto; el segundo, que en cuanto una vaca se levanta no puedes predecir fácilmente cuanto tardará en tumbarse de nuevo: “Are Cows More Likely to Lie Down the Longer They Stand?”.

Salud pública: A Kasian Bhanganada, Tu Chayavatana, Chumporn Pongnumkul, Anunt Tonmukayakul, Piyasakol Sakolsatayadorn, Krit Komaratal, y Henry Wilde, por el conjunto de técnicas para tratar amputaciones de penes que describen en su informe “Surgical Management of an Epidemic of Penile Amputations in Siam”. Eso sí, no son aplicables si el pene ha sido parcialmente comido por un pato.

 

Premios Ig Nobel 2014

Medicina: Al Centro Médico de Detroit, porque de científicos de este centro de estudios descubrieron que una hemorragia nasal severa de un bebé se detiene al colocarle láminas de carne cruda de cerdo en las fosas nasales. Este método se debe aplicar en caso de que el bebé sufra la rara enfermedad llamada «trombastenia».

Salúd Pública: A investigadores de la Universidad de Michigan, que se llevaron este galardón al descubrir que los gatos son peligrosos para la salud mental de las personas, por ser animales propensos a morder a sus dueños cuando están deprimidos. Esto los convertiría en peligrosos, dado el aumento de posibilidades de padecer toxoplasmosis.

Física: A un equipo de investigadores japoneses, que, científicamente, demostraron que pisar una cáscara de banana aumenta la posibilidad de caerse. Según el estudio, pisar este elemento disminuye la fuerza de fricción entre el zapato y la cáscara, lo que aumenta considerablemente el riesgo de caída.

Economía: Al Instituto Nacional de Estadística de Italia, por «asumir el liderazgo y cumplir con el mandato de la Unión Europea para que cada país incremente el tamaño oficial de la economía nacional incluyendo las ganancias de la prostitución, la venta de drogas ilegales, el contrabando y otras transacciones ilícitas».

Neurociencia: A la Universidad de Toronto, porque algunos de sus científicos demostraron que las personas que ven el rostro de Jesús en una tostada presentan una relación entre la pareidolia y el comportamiento neuronal.

Nutrición: A un grupo de investigadoras españolas, que descubrió que, por extraño que parezca, los excrementos de bebés pueden servir como cultivo de potencial alimento probiótico, en el que proponen fabricar salchichas nutritivas con las heces de los niños recién nacidos.

Ciencia Ártica: A científicos noruegos y alemanes que demostraron, que al ver personas disfrazadas de osos polares, el instinto de alerta de los renos crece significativamente. Esto deja en claro que los renos poseen poca capacidad de reconocer el peligro real.

Psicología: “Quienes padecen insomnio, o se acuestan tarde, son más narcisistas, manipuladores y psicópatas que quienes se acuestan temprano”. Estas son las conclusiones del estudio científico en psicología premiado por el Ig Nobel.

Biología: A otro equipo internacional que determinó que, a la hora de hacer sus necesidades, los perros prefieren alinear su cuerpo al eje de las líneas de los campos geomagnéticos norte-sur de la Tierra.

Arte: A investigadores italianos que midieron el dolor que sufre una persona al observar pinturas hermosas y feas, y descubrieron que el dolor es más leve en personas que admiran obras de maestros como Sandro Botticelli o Tintoretto, mientras que el dolor suele ser más agudo al observar pinturas cubistas.

 

Este año ha destacado un estudiante de la Universidad de Cornell, que ha dejado que abejas picaran su cuerpo para averiguar que los lugares más dolorosos eran las fosas nasales, el labio superior y los genitales. También ha llegado a la cumbre un equipo de investigadores que ha averiguado que es posible que un mismo padre engendre a 888 hijos.

 

Aquí los galardonados en su edición de 2015:

Química: Callum Ormonde, Colin Raston, Tom Yuan, Stephan Kudlacek, Sameeran Kunche, Joshua N. Smith, William Abrown, Kaitlin Pugliese, Tivoli Olsen, Mariam Iftikhar, y Gregory Weiss, por inventar una receta química que permite descocer parcialmente un huevo.

Física: Patricia Yang, David Hu, Jonathan Pham y Jerome Choo, por comprobar el principio biológico de que todos los mamíferos vacían sus vejigas en unos 21 segundos (más menos 13 segundos).

Literatura: Mark Dingemanse, Francisco Torreira, y Nick J. Enfield, por descubrir que la palabra, ¿eh? (o sus equivalentes) parece existir en todos los lenguajes humanos, y por no estar muy seguros de por qué.

Gestión: Gennaro Bernile, Vineet Bhagwat, y P. Raghavendra Rau, por descubrir que muchos directores de empresas y negocios desarrollaron una querencia por aceptar riesgos cuando experimentaron desastres naturales (como terremotos, erupciones volcánicas, tsunamis, e incendios forestales), que para ellos no tuvieron consecuencias personales. ¿Crees que lo que no te mata te hace más fuerte? Según esta investigación, el proverbio es erróneo. “Lo que note mata, te hace amar el riesgo”.

Economía: La policía Metropolitana de Bangkok, Tailandia, por ofrecerse a pagar más dinero en efectivo a los policías si estos rechazan aceptar sobornos.

Medicina: hajime Kimata, Jaroslava Durdiaková, Peter Celec, Natália Kamodyová, Tatiana Sedlácková, Gabriela Repiská, Barbara Sviezená, y Gabriel Minárik. Por experimentos para estudiar los beneficios o consecuencias biomédicas de besarse intensamente (y otras actividades íntimas e interpersonales).

Matemáticas: Elisabeth Oberzaucher, de Austria, y Karl Grammer, por intentar usar técnicas matemáticas para determinar cómo un hombre de Marruecos se las arregló para engendrar 888 hijos entre 1697 y 1729.

Biología: Bruno Grossi, Omar Larach, Mauricio Canals, Rodrigo A. Vásquez y José Iriarte-Díaz, por observar que cuando pones un palo con un peso en la parte trasera de una gallina, ésta camina de una forma similar a aquella en la que pensamos que los dinosaurios caminaban.

Diagnóstico médico: Diallah Karim, Anthony Harnden, Nigel D’Souza, Andrew Huang, Abdel Kader Allouni, Helen Ashdown, Richard J. Stevens y Simon Kreckler, por determinar que una apendicitis aguda puede diagnosticarse por la cantidad de dolor que sufre un paciente cuando va en un coche que pasa sobre bandas rugosas.

Fisiología y entomología: Justin Schmidt, por crear el Índice Schmidt de Dolor de Picotazos, que evalúa el dolor relativo que sufren las personas al ser picadas por distintos insectos; y para Michael L. Smith, por ofrecerse a que abejas le picaran en repetidas ocasiones en 25 lugares distintos de su cuerpo para ver en cuales duele menos (el cráneo, la punta del dedo medio del pie y la parte superior del brazo) y en cuales duele más (las fosas nasales, el labio superior y la base del pene).

 

(Jessica Y. Martínez Flores)

Fuente: https://www.unocero.com/2015/09/20/premios-ig-nobel-2015-a-las-investigaciones-mas-absurdas/

https://es.wikipedia.org/wiki/Premio_Ig_Nobel