Eurocentrismo e historia
HÉCTOR LAZCANO*
CIENCIA UANL / AÑO 18, No. 74, JULIO-AGOSTO 2015
La primera vez que me topé con el concepto “eurocentrismo” fue en 2004, en un curso de filosofía; estudiábamos un texto de Enrique Dussel, y como historiador no entendía nada de lo que el filósofo decía, por lo que busqué la introducción del libro por si algo se aclaraba. En un principio me pareció interesante lo que planteaba Dussel, y sobre todo me intrigaba y me parecía extraña la narración que proponía sobre la historia de las eticidades, era un relato muy diferente al que me enseñaron a lo largo de mi formación y a lo que había aprendido en decenas de libros de historia.
Me pareció relevante porque mi interés por la historia mundial se había renovado años antes, a partir de la lectura de Armas, gérmenes y acero, de Jared Diamond. A pesar del interés también hubo resistencia y rechazo a todas estas proposiciones, nuevas y desconocidas, además de que ninguno de mis conocidos cercanos habría escuchado hablar del eurocentrismo.
Fue hasta dos o tres años después, al leer No logo, de Naomi Klein, autora que hizo un comentario favorable con respecto a la historia no eurocéntrica, cuando empecé a buscar libros de autores no eurocéntricos. Poco a poco fui cambiando mis puntos de vista, a pesar de las implicaciones que una visión no eurocéntrica de la historia conlleva: ¿qué tan cierto es lo que nos enseñaron desde siempre? ¿La ciencia, el arte y demás logros humanos son los de Occidente, impuestos gracias a sus triunfos militares y sus conquistas? ¿Son la historia, la filosofía, la psicología y la música dominantes (entre muchas otras manifestaciones culturales ) criaturas de Occidente presentados como logros de la humanidad, como universales?
Todavía no puedo contestar ampliamente todas estas preguntas, pero tengo más cuestionamientos y puedo decir que todos los que se presentan como logros de la humanidad (Occidente) están en cuestión, y todavía nos falta precisar el verdadero papel de cada pueblo y cada cultura en la historia del mundo.
En el caso de México es pertinente, pues una visión no eurocéntrica de nuestra historia tal vez nos explicaría aspectos muy diferentes a los que nos han mencionado tradicionalmente: ¿cuál es el verdadero lugar en la historia del mundo de un país como México, con una mayoría mestiza dominante, con una multitud de etnias nativas de América marginadas? ¿Cuál es el lugar de esas etnias en la historia del mundo? ¿Cuál es el lugar de las etnias que fueron exterminadas? ¿Cuál el lugar de los exterminadores? ¿Cuál era el verdadero lugar en la historia del mundo y de México de los nativos americanos (tanto de los marginados/explotados como de los exterminados) cuando llegaron los europeos?
Como dice Naomi Klein, en Esto lo cambia todo, deberíamos empezar a hablar de compensaciones debidas al colonialismo, compensaciones para los descendientes de los esclavos y de los nativos americanos que continúan marginados. Voy a presentar una síntesis de las ideas más importantes de un autor, un especialista en ciencia política y relaciones internacionales, con una visión de la historia diferente a la de los manuales de historia que conocemos. Dicho autor elabora y hace aportes para una teoría sobre el eurocentrismo, además ofrece una narración histórica no eurocéntrica. Aporta cuestiones novedosas, algún concepto, alguna idea; pero, sobre todo, nos dice que el relato tradicional de Occidente no es el único posible.
Lo que ofrezco es mi interpretación, mi reflexión y, por supuesto, una simplificación de lo que este autor nos muestra en sus libros. Mi interés principal, a final de cuentas, es el que todo científico debe tener: encontrar la mejor respuesta posible a un problema determinado, interesante y pertinente en un momento determinado.
John Hobson
Es un especialista británico en ciencias políticas y en relaciones internacionales, su ensayo “La globalización oriental y el ascenso del capitalismo occidental” nos ofrece una historia no eurocéntrica, en la cual hay que explicar el ascenso de una economía global y del capitalismo moderno, la economía global o al menos una economía interregional en expansión y contracción; es anterior al capitalismo occidental y los orígenes de éstos dos obedecen a factores originarios de Oriente.
El ensayo se divide en dos partes: en la primera se explican las actividades que permitieron la creación de una economía global; y en la segunda, cómo los agentes y la globalización orientales permitieron el ascenso de Occidente (en lugar de capitalismo yo preferiría hablar de sociedad, comercial, industrial, financiera, etc., basada en el uso de energía fósil). En la primera parte el autor menciona dos tipos de poder económico global: 1) el poder económico extensivo, que se refiere a la proyección económica hacia afuera, y que acerca al mundo a través de la interdependencia económica. 2) El poder económico intensivo, que se refiere a la capacidad de poder productivo en una región particular.
De 650 a 1100, el oeste de Asia y el norte de África tuvieron las dos clases de poder. En el este de Asia, la India; el norte de África predominó el extensivo hasta el siglo XV; y en China, el intensivo desde el siglo XV. De 1100 a 1800, el poder intensivo pasa a China y desde el siglo XV al XIX va a poseer los dos. Los líderes del mundo después del año 1000 serían, consecutivamente: Venecia, Portugal, España, Holanda e Inglaterra; el mundo antes de 1500 estaba segmentado, no había una economía global, los regímenes orientales eran opresivos y no fomentaban el desarrollo económico; además, en Oriente no existían las instituciones que permitieron el comercio global (contratos, tasas de cambio, crédito, banca).
La globalización oriental según Hobson
Oriente es el pionero de la economía global, de 500 a 1800 crea y mantiene una economía de este tipo; la tecnología del transporte de la época permite y fomenta el comercio global (el tiempo que tomaba el intercambio entonces era mayor, por supuesto). La economía global promovió la difusión de las ideas, recursos e inventos de Oriente a Occidente, los cuales a su vez promovieron la transformación de una economía periférica atrasada en una economía capitalista moderna (el autor no incluye en este punto el saqueo de América, lo cual me parece necesario). Para que una economía sea global no es necesario que todas las partes estén interconectadas de manera igual, ni tiene que ser perfecta (agregaría que esto se aplica a la economía global de hoy en día: hay tribus en el Amazonas que están en contacto con la economía global, pero su contacto no es el mismo que el de otros pueblos), la globalización oriental se dio en el contexto de imperios que proporcionaron un contexto pacífico para el comercio y el contacto cultural.
El ascenso del islam
En el siglo VII, recibe la revelación Mahoma y tiempo después logra la unidad de los pueblos árabes; esto inicia la expansión del islam, en la que un aspecto importante es el comercial; hay que recordar que Mahoma y su esposa eran comerciantes. Con su expansión, el islam establece una conexión desde China hasta el Mediterráneo y Europa; en el periodo hubo un gran desarrollo manufacturero en Asia: textiles, azúcar, hierro, acero; asimismo, hubo un desarrollo científico, se desarrollaron instituciones capitalistas: contratos, leyes, bancos, crédito; y judíos, árabes y cristianos convivían tanto en Oriente como en España.
La globalización oriental se intensifica de 1000 a 1800
En este periodo, varias rutas principales unían los subsistemas regionales: a la ruta norte de China a Europa la vigiló el imperio mongol hasta la mitad del siglo XIV, la ruta central se dividía en terrestre y marítima, ambas iniciaban en Siria-Palestina; la terrestre seguía a Persia, India hacia China; la marítima llegaba al Tigris hasta el Golfo Pérsico, también hacia China. La ruta sur la formaban Alejandría, Cairo, el Mar Rojo, Mar Arábigo, Océano Índico, etc.
Del siglo XIII al XVI, Egipto controla la ruta del Mar Rojo, y Venecia y Génova se acomodan como intermediarios en un sistema en expansión; para el siglo XV los portugueses dan la vuelta a África y ya no necesitan a Egipto; el control que Egipto tenía pasa al imperio turco, y hasta el siglo XIX muchos lugares de Asia resistirán el control europeo. Después de 1500, las ventajas del poder extensivo pasan a China hasta 1800, aproximadamente.
China en el centro de la economía global
Desde 1100, el poder global intensivo pasa a China, gracias a la revolución industrial del hierro y el acero; hasta 1800, Inglaterra iguala la producción de hierro que China tenía en 1007; la producción en hierro de productos de uso cotidiano (cuchillos, arados, tijeras, etc.) permite la revolución agrícola; China produce hierro desde el siglo VI a.C. y acero desde el II, tenía la industria textil más avanzada (seda, telares) y para 1450 ya figuraba en el centro del sistema de comercio internacional.
No es cierto que China se aislara del comercio internacional, en 1434, debido a la ideología confucionista que promovía el aislacionismo; los argumentos para esto son los siguientes: 1) el sistema de tributos era un sistema de comercio disfrazado, 2) no todo el comercio estaba prohibido, 3) no todos los puertos estaban cerrados y 4) a mediadosdelsigloXV,laeconomíaChinaseconvierteala plata, y adquiere gran parte de la plata del mundo (americana principalmente) .
Para concluir
Podemos decir que cada avance importante en Occidente estaba impulsado por la asimilación de recursos creados en Oriente y que se difundieron en Europa a través de la globalización oriental. Los europeos señalan el año 1000 como el de las revoluciones comerciales y financieras; según esa versión, los impulsores fueron los italianos; sin embargo, ellos sólo fueron los primeros europeos en usar billetes, cheques, letras de cambio, bancos, crédito, seguros, etc., todas estas instituciones se inventaron en el Asia islámica y luego pasaron a Europa.
La tecnología que usaron los europeos para sus descubrimientos la tomaron del islam y de China; y la tecnología militar como el uso de la pólvora y las armas de fuego les llegó a los europeos de Asia; asimismo, muchas ideas del Renacimiento provienen del islam, como las matemáticas, la medicina y otras.
La revolución agrícola en Inglaterra tiene sus raíces en invenciones chinas como el arado de hierro; en cuanto a la producción de hierro y acero, las técnicas fueron copiadas de Oriente, y el uso del carbón como combustible era muy antiguo en China; sin embargo, los yacimientos no estaban muy disponibles; y en cuanto a la industria textil, los ingleses copiaron a los italianos, los cuales a su vez copiaron a los chinos. El verdadero lugar de las culturas orientales en la historia de la humanidad todavía está por escribirse y la alternancia histórica es un concepto que tendrá que tomarse en cuenta, en el sentido de que las culturas que fueron dominantes alguna vez pueden volver a serlo.
Hobson es un autor entre muchos otros que hoy tratan de ofrecer una visión de la historia diferente a la dominante, podemos encontrar entre ellos a filósofos, economistas, geógrafos, historiadores, politólogos, etc. La narración de este autor es un ejemplo del tipo de interpretación que puede surgir cuando se parten de presupuestos diferentes a los de la historia tradicional, en la que Europa no está en el centro. Mi objetivo no es agotar las ideas que Hobson ha desarrollado, sino fomentar la curiosidad por una versión o versiones de la historia distintas a las que conocemos desde siempre.
Agradecimientos:A Dolores Sáenz y Marisa Jacott, por recomendar las lecturas de Naomi Klein y Jared Diamond, respectivamente.
Referencias
1. Hobson, John. Every Day Politics of the World Economy. Cambridge University Press. 2007.
2. Hobson, John. Los orígenes orientales de la civilización de Occidente. Editorial Crítica. Barcelona. 2006.
* hlazcano57@gmail.com