Dejan programa espacial ruso fuera de órbita

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CIENCIA UANL / AÑO 18, No. 73, MAYO-JUNIO 2015

La desintegración del satélite de comunicaciones mexicano Centenario es una cuenta más en la reciente serie de fracasos del programa espacial ruso, antaño uno de los mayores orgullos de ese país. Menos de diez minutos después de ser lanzado desde el cosmódromo de Baikonur, el Mexsat-1 se desvió de la órbita prevista y perdió contacto con la Tierra, tras lo que se desintegró al alcanzar las capas densas de la atmósfera.

El satélite Mexsat-1, que debía ofrecer servicios de telecomunicaciones para México y parte de América Latina, no pudo separarse de la tercera fase del cohete portador Protón-M, por lo cual el primer ministro ruso, Dmitri Medvedev, ordenó crear una comisión de investigación para esclarecer las circunstancias del fallo y pidió también dirimir responsabilidades con nombres y apellidos, según informó su portavoz. El lanzamiento, que debía haber puesto el aparato en órbita geoestacionaria a 113 grados de longitud oeste, tuvo lugar a las 00.47 del sábado (hora local del centro de México, 05.47 GMT) y fue transmitido en directo.

Representantes mexicanos se habían desplazado especialmente a Baikonur para asistir a la operación, cuyo objetivo era modernizar la infraestructura de comunicaciones y colocar al país a la vanguardia de la tecnología de satélites. El gobierno mexicano fue raudo al asegurar que el proyecto del Centenario, que toma su nombre del aniversario de la Revolución mexicana de 1910, está asegurado al ciento por ciento, por lo que se recuperará la inversión realizada.

Este es el segundo fallo en el programa espacial ruso en los últimos días, después de que el carguero espacial Progress fuera incapaz de corregir la órbita de la Estación Espacial Internacional. Además, el pasado 28 de abril, otro fallo provocó la destrucción de otra nave de carga Progress, en su segundo accidente en 35 años, que llevaba alimentos y oxígeno para los inquilinos de la plataforma orbital. Por ese motivo, Roscosmos se vio obligado a aplazar durante dos meses el envío de la próxima nave tripulada Soyuz, el único eslabón para los astronautas entre la Tierra y la Estación. Al igual que en el caso del satélite mexicano, el fallo estuvo en la tercera fase del cohete portador, lo que provocó que la Progress se situara en una órbita errónea. Sin duda, y a decir de muchos especialistas, esto es una muestra más de lo que puede ocasionar la fuga de cerebros. (Fuente: EFE) (Luis E. Gómez)