La innovación educativa, ¿cómo nos impacta?

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LUIS AGUSTÍN CÁRDENAS FRANCO*

CIENCIA UANL / AÑO 18, No. 73, MAYO-JUNIO 2015

El término innovación, actualmente de moda en los círculos gubernamentales de nuestro país, se ha manejado desde los tiempos del economista Schumpeter, alrededor de 1930. Si se toma en cuenta que lo único constante en esta vida es “que todo cambia”, esto especialmente impacta en algunos sectores como la industria electrónica, en la que los avances suceden ya no en meses, sino en semanas, reflejados en sus diversas aplicaciones (productos): en comunicación, en los videojuegos, en los equipos de información visual (pantallas, teléfonos celulares inteligentes, pantallas planas de TV, I-pads, etc.), en sistemas de control y otros. La obsolescencia de sus componentes, provocada por los nuevos diseños se dio, en algunos casos, alrededor de cinco años, debido a que nuevas familias de circuitos integrados han aparecido en los nuevos productos.

Las nuevas generaciones de estudiantes “traen el chip integrado” de las nuevas tecnologías, esto crea una problemática interesante a todos los profesores e investigadores que deben impartir un “conocimiento certificado” de alguna escuela, universidad o centro público de investigación, cuando la cantidad de información que existe en la red es varios órdenes de magnitud mayor y, además, disponible, en algunos casos de forma libre, a todos los que se conecten a ésta, mediante sus equipos inteligentes: celulares, PC, tablets, etc.

La nueva situación de enseñanza provoca que la “innovación educativa” se convierta en una prioridad en los modelos de enseñanza actuales, so pena de quedar obsoletos y muertos tecnológicamente, considerando que la rapidez con la que los nuevos productos llegan al mercado requiere una difusión en mucho menor tiempo: antes fue de años y meses; ahora, de semanas. Esto sólo en cuanto a los medios de soporte a disposición de los educadores del siglo XXI.

En los modelos de enseñanza actuales, las plataformas educativas son requisito cada día mayor en los diferentes centros educativos del país, por su impacto como herramientas disponibles para innovar en la enseñanza. Sin embargo, al término innovación educativa lo integran las palabras innovación y educativa, las cuales juntas crean una sinergia interesante.

A nivel global, uno de los problemas de los países, salvo honrosas excepciones, es la educación impartida, sus modelos seguidos y sus formas. Esto, según datos de la Organización para la Competitividad y Desarrollo Económico (OCDE), busca que la educación cristalice conocimientos en los estudiantes y que sea incluyente, dado que las diferentes mediciones efectuadas por esta organización muestran el impacto de la educación en la competitividad y el bienestar social de sus ciudadanos. Se ha medido, con diferentes instrumentos que evalúan tanto el conocimiento de los estudiantes como el de quienes lo imparten.

En la actualidad, muchos países siguen los modelos de enseñanza francesa o alemana, creado éste último durante el despertar de la industrialización alemana, como un medio de apoyo a la creciente necesidad de la industria de contar con personal preparado y competente. Según el escritor y columnista Andrés Oppenheimer, en su libro Innovación en América latina, en nuestros países las escuelas del futuro deberán contar con un modelo de enseñanza al revés del que estamos acostumbrados, aun cuando algunos no estén de acuerdo con este modelo. Pronostica que los estudiantes, gracias a Internet y a los programas de aprendizaje que muchas instituciones colocan gratuitamente en la red, podrán estudiar en su casa o fuera de las aulas, cumpliendo las tareas en las escuelas con la tutoría de los profesores, y permitiendo que éstos evalúen no sólo el nivel de conocimiento adquirido, la creatividad, sino además la aplicación del conocimiento a la solución de problemas y el liderazgo y trabajo en equipo al trabajar en soluciones compartidas sin fronteras. Las aulas cambiarán su forma actual, de sillas alineadas hacia el frente a mesas o sillones, donde el estudiante cómodamente trabajará en los problemas a resolver.

Según Oppenheimer, este modelo prusiano del siglo XVIII, adoptado por muchos países, se basa en la enseñanza para crear una clase trabajadora que alimente a las industrias con alumnos dóciles, puntuales, respetuosos de la autoridad y obedientes con un alto grado de confiabilidad en las tareas asignadas. La virtud de la confiabilidad en un individuo empieza con la puntualidad. Este modelo, actualmente va en contra de algunas teorías de aprendizaje que sostienen que “los diferentes individuos tienen formas y tiempos diferentes de aprender”.

 

Otro impacto en los modelos de aprendizaje actuales es que diferentes organizaciones como Kahn Academy, coursera.org, edx.org, udacity.com y otras, así como universidades del calibre del MIT, Harvard, etc., ofrecen cursos gratuitos por Internet; todo esto nos lleva a repensar seriamente nuestros modelos de aprendizaje y el uso de la tecnología educativa, para soportar nuestro nuevo entorno educativo. Así como la tecnología en nano, bio y TI impacta de una manera relevante a los sectores industriales actuales, así las tecnologías de la información (TIC) entran para quedarse en el sector educativo, independientemente de algunos fracasos, como la Enciclomedia, en nuestro país, que no tomó en cuenta el tiempo de difusión requerido entre los docentes para poder usarla. Todo esto impacta nuestros modelos de enseñanza y nos fuerza a ser más proactivos en estos temas, para no volver obsoletos nuestros medios y quedar rezagados mundialmente como país; los cambios llegaron para quedarse.

La innovación casi siempre la relacionamos con productos novedosos, novedad, nuevos servicios y mercados. Industrialmente, innovación es “la introducción de nuevos productos y servicios al mercado”, según Henry Heney Chesbrough. Nosotros, en la UANL, entendemos por innovación “la creatividad puesta en acción junto con el conocimiento y la información, al introducir nuevos productos, servicios y modelos de negocio en el mercado”; no hay que olvidar que el éxito de una innovación lo dicta el mercado y no la belleza de su solución técnica. Las empresas aluden a innovación tecnológica e innovación en modelos de negocio (la forma en la que la empresa entrega su propuesta de valor al cliente). Al tratar de establecer un paralelismo entre la innovación educativa y la industrial y comercial, percibimos que en cuanto a innovación y su propia evolución, los saltos más relevantes se han creado a través de la “innovación abierta”, concepto acuñado por Henry Chesbrough, al estudiar la forma en que varias empresas se habían formado. A diferencia del modelo clásico de la innovación industrial de los años sesenta, en éste se plantea el incremento tanto del potencial de innovación como de la aplicación de resultados, al eliminar las fronteras entre los diferentes actores de la innovación, permitiendo así el trabajo colaborativo entre diferentes empresas, centros de investigación, investigadores, instituciones educativas, sociedad y sector privado.

Diferentes estudios sobre la situación actual de la innovación educativa en México señalan la baja intensidad de interacción entre los diferentes organismos involucrados, considerando además del alumnoprofesor, la propia infraestructura de la escuela (tanto tecnológica como de capital humano), la comunidad, las instituciones gubernamentales y los centros generadores de conocimiento. En el mismo concepto innovación abierta aplicada a la innovación, si se toma al profesor como uno de los actores principales de este sistema y su relación enseñanza-aprendizaje, se tendría que transformar en un profesor con función de tutor para aplicación del conocimiento generado de manera “abierta” por las diferentes fuentes de información a las que tienen accesos los alumnos.

Asimismo, cuando se trata de transferencia de conocimiento del profesor-alumno, se compara con la innovación en el modelo de negocio en el que no sólo se crean nuevos procesos para generar, sino que se modifican además la infraestructura y los canales que lo permiten.

Fig. 1. Transformación del rol del profesor.

Fig. 1. Transformación del rol del profesor.

Por tanto, en el proceso complejo de innovación y su aplicación en la innovación educativa, es necesario integrar no sólo diferentes factores, sino diferentes actores e impulsores, así como un cambio de paradigma que permita modificar la conceptualización de la educación que ya no cabe en las estructuras sociales y tecnológicas actuales. La interacción y el trabajo colaborativo, que permitan una “innovación educativa abierta”, apoyarán el incremento de su proceso, desde la creación, gestión, aplicación y evaluación, enfocado en generar mayor valor para la sociedad.

Fig. 2. Transferencia de conocimiento en la educación.

Fig. 2. Transferencia de conocimiento en la educación.

Como en la industria, la innovación crea el binomio destrucción-construcción; y, aunque sea una contradicción, las anteriores estructuras tecnológicas desaparecen y dan paso a nuevas formas tecnológicas que soportan los productos y servicios innovadores introducidos en el mercado. Asimismo, las innovaciones educativas deben romper los modelos anteriores de enseñanza, de manera gradual o radical, para dar paso a nuevas formas de aprendizaje basadas en nuevos procesos con tecnologías facilitadoras de estas evoluciones.

* Universidad Autónoma de Nuevo León.
Correo: lcardenasf1@gmail.com