Restricción dietética contra malaria cerebral
Una droga ya aprobada para tratar otras enfermedades puede ser útil en el tratamiento de malaria cerebral, según investigadores de la Escuela de Salud Publica T.H. Chan de Harvard. Los científicos descubrieron una relación nueva entre la ingesta de alimentos durante las primeras etapas de la infección y el resultado de la enfermedad, e identificaron dos vías moleculares que servirían como nuevos objetivos para el tratamiento.
La malaria cerebral, una forma severa de la enfermedad, es la consecuencia más grave por infección del parásito Plasmodium falciparum, y resulta en convulsiones, coma y muerte. Actualmente, hay una falta de opciones seguras de tratamiento para la malaria cerebral, en particular en niños, quienes representan la mayoría de los casos. Inclusive pacientes que reciben tratamiento temprano, con agentes quimioterapéuticos estándares antimalaria, corren un riesgo alto de morir, a pesar del despeje del parásito. Aún más, alrededor de 25% de los sobrevivientes desarrolla complicaciones neurológicas y deterioro cognitivo.
Los autores principales, Pedro Mejía y J. Humberto Treviño-Villarreal, ambos investigadores en la Escuela de Salud Pública T.H. Chan de Harvard, encontraron que la leptina –una hormona secretada del tejido graso con la función de suprimir el apetito, pero también la activación de respuestas adaptativas inmunes y anti- inflamatorias– se incrementa por la infección de ma- laria cerebral en un modelo de ratón, y resulta un factor muy negativo en la causa de síntomas neurológicos y de muerte. De manera notable, los autores demos- traron que reduciendo leptina a través de diferentes medios, ya sea genética o farmacológicamente, o de manera nutricional, al reducir la ingesta de alimentos durante los dos primeros días de infección, se protegió contra la malaria cerebral.
Los investigadores también encontraron que la leptina actúa principalmente en células Tcitotóxicas al proceder contra la bien estudiada proteína mTOR, para la cual ya existen inhibidores farmacológicos. En su modelo animal, tratar ratones con el inhibidor del mTOR rapamicina los protegió contra las complica- ciones neurológicas de la malaria cerebral. La protec- ción se debió en parte a la preservación de la barrera hematoencefálica, que previno la entrada de las células sanguíneas, cargando parásitos al cerebro. Al estar la rapamicina aprobada por la FDA para su uso en hu- manos, los ensayos clínicos para el tratamiento de la malaria cerebral con esta droga podrían ser posibles, según los investigadores. (Jessica Martínez)

