Flores silvestres de Nuevo León: belleza poco apreciada
Carlos Gerardo Velazco Macías*
Glafiro José Alanís Flores*
CIENCIA UANL / AÑO 17, No. 69, SEPTIEMBRE-OCTUBRE 2014
1. Bouvardia ternifolia, Trompetilla.
2. Canavalia villosa, Ejote de monte.
3. Cooperia jonesii, Mayito de agua.
4. Cornus florida, Corona de San Pedro.
5. Ipomea coccinea, Manto de la virgen.
A México se le considera un país megadiverso, es decir, es una de las 17 naciones en el mundo en donde se alberga en conjunto más de 70% de todas las especies del planeta; nuestro país, reconocido por ocupar un lugar preponderante en su diversidad florística, ostenta un muy honroso quinto lugar a nivel mundial, sólo detrás de países como Brasil (56,215 especies de flora), Colombia (48,000 mil especies), China (32,200 especies) e Indonesia (29,375 especies). En México se registran entre 21,989 y 23,424, según cifras de la Comisión Nacional para el Uso y Conocimiento de la Biodiversidad (Conabio), entre las familias que destacan por su diversidad en México figuran la del girasol (Asteraceae), con más de 3,000 especies; la familia del frijol (Fabaceae), con casi 1,300 especies; los pastos (Poaceae) con casi 1,200 especies; y las orquídeas (Orchidaceae) con 1,145 especies; por otro lado, también destacan los encinos (Quercus/Fagaceae), los pinos (Pinaceae), las cactáceas (Cactaceae) por el nivel de especies endémicas. (1)
Nuevo León cuenta con alrededor de 3,000 especies de plantas vasculares; según algunas estimaciones, este número podría llegar a cerca de las 3,200 especies;2,3 si bien esto no lo hace uno de los estados más ricos en cuanto a especies de flora, sí existen puntos que vale la pena resaltar, por ejemplo, es el único estado en la república que cuenta con tres géneros endémicos de cactáceas (Aztekium, Geohintonia y Digitostigma),4,5 de igual forma, en esta familia nos disputamos entre el segundo y tercer lugar con Tamaulipas en número de especies a nivel nacional. En general, se estima que cerca de 5% de la flora de Nuevo León (159 especies) no ocurre fuera de los límites estatales.
Si bien, gracias a la diversidad de factores abióticos como el clima, la orografía, los tipos de suelo, los rangos de altitud, Nuevo León posee un interesante número de especies de flora (tabla I), la mayoría de éstas simplemente pasa desapercibida a los ojos de los habitantes del estado, ¿por qué se da esta situación?, se estima que al menos 60% de las especies son de hábito herbáceo, por lo general notamos solamente árboles y arbustos en el paisaje, sólo al observar con detalle un hábitat, comenzamos a notar la presencia de las especies de flora herbáceas.
El término de “flor silvestre” se aplica de manera indistinta a cualquier planta que crezca fuera de los cuidados del hombre, esta denominación puede tener muchas ramificaciones; por ejemplo, las plantas ruderales son aquéllas que crecen a las orillas de los caminos; las denominadas malezas crecen asociadas a las actividades de disturbio o agrícolas, podemos hacer más angosta la definición al mencionar la característica “herbácea”, es decir, son aquellas especies de flora que no tienen madera dentro de sus tejidos y pueden ser de duración anual, multianual o perennes. Las características propias de este tipo de plantas las hacen poco llamativas a la vista, muchas de éstas sólo pueden verse durante un periodo muy específico del año y su floración apenas dura un par de días, de igual manera sus flores son de tamaño reducido o de colores poco espectaculares.
Aunado a lo anterior, por lo general, nuestra flora se compone solamente de un listado de nombres complejos y poco accesibles para el público en general, solamente unos pocos investigadores son capaces de comprender nombres como: Machaeranthera tanacetifolia (Kunth) Nees, Dugaldia pinetorum (Standl.) Bierner, Cheilanthes hintoniorum M.G. Mendenh. & G.L. Nesom, Jaimehintonia gypsophila B.L. Turner, sólo por mencionar unos cuantos; el verdadero reto está en dotar de un rostro a cada uno de estos nombres. Nuestra flora no tiene manera de presentarse ante la sociedad, muchas de las especies son incluso desconocidas para los botánicos, toda vez que sólo se conocen de las descripciones originales, o de unos cuantos ejemplares colectados a través de los años, y se encuentran depositados en alguna gaveta en un herbario institucional a manera de restos secos de materia vegetal. En resumen, no existen fotografías de nuestras plantas herbáceas, o al menos de la mayoría de éstas; el problema se agrava cuando estas especies de flores silvestres ocurren solamente en una pequeña región dentro de un municipio o estado; si una
especie no ocurre fuera de México, probablemente ha
estado o esté destinada a vivir en el anonimato.
Pero ¿qué pasa cuando prestamos atención a los detalles?, en ese momento descubrimos la belleza oculta de esas llamadas “hierbas” “malezas” o “flores silvestres”.
Referencias
1. Llorente-Bousquets, J., S. Ocegueda. 2008. “Estado del conocimiento de la biota”. En: Capital natural de México, Vol. I: Conocimiento actual de la biodiversidad. Conabio, México, pp. 283-322.
2. Velazco Macías, C.G. 2009. Flora del estado de Nuevo León: diversidad y análisis espacio-temporal. Tesis de doctorado. Facultad de Ciencias Biológicas, Universidad Autónoma de Nuevo León, Monterrey. 272 p.
3. Villarreal, Q.J.A., E. Estrada Castillón. 2008. Listados florísticos de México. XXIV. Flora de Nuevo León. Instituto de Biología, Universidad Nacional Autónoma de México. México, D.F. 153 p.
4. Velazco, C.G., G.J. Alanís, M.A. Alvarado, L. Ramírez, R. Foroughbakhch. 2011. Flora endémica de Nuevo León, México y estados colindantes. Journal of the Botanical Research Institute of Texas 5:275-289.
5. Alanís Flores G.J., C.G. Velazco Macías, R. Foroughbakhch P., V. Valdez Tamez, M.A. Alvarado Vázquez. 2004. Diversidad florística de Nuevo León: especies en categoría de riesgo. CiENCiAUANL. VII (002): 209-218.
6. Alanís Flores G.J. 1996. Vegetación y flora de Nuevo León, una guía botánico-ecológica. Impresora Monterrey, S.A. de C.V. San Nicolás de los Garza, N.L. p.p.1- 20.