Instrumentan Red Atrapa Sismos
Luis E. González
Fuente: La Jornada, El Universal
CIENCIA UANL / AÑO 17, No. 67, MAYO-JUNIO 2014
Las estrategias de obtención y difusión de datos sobre el origen y consecuencias de los terremotos son fundamentales, sobre todo en zonas altamente sísmicas como México, para que las autoridades de Protección Civil instrumenten procesos de prevención y acción ante posibles tragedias generadas por esos fenómenos.
Por ello, científicos de varias instituciones académicas, entre éstas la UNAM, implementan la Red Atrapa Sismos (RAS), la cual consiste en colocar sensores que detectan movimientos telúricos al puerto USB de computadoras, con conexión a Internet pertenecientes a dependencias públicas y privadas, con el propósito de identificar las vibraciones del suelo durante un temblor.
Gracias a ello, los especialistas podrán obtener y difundir información sobre el origen (epicentro y magnitud) y consecuencias de un sismo (mapas de intensidad) en un tiempo corto, aproximadamente diez segundos después de ocurrido, explicó Allen Husker, investigador del Instituto de Geofísica de la UNAM y coordinador de ese proyecto.
Se trata de un programa en el que esa casa de estudios colabora con las universidades de Stanford y California Riverside, que pretende convertirse en la red más amplia a escala mundial, al conectarse a cientos de computadoras de entidades públicas y privadas, las cuales puedan estar encendidas el mayor tiempo posible, preferentemente las 24 horas, y estén conectadas a Internet, con la participación de voluntarios que el grupo de investigadores denomina “ciudadanos científicos”.
Husker explicó que la RAS, que ya opera en el Distrito Federal y la costa del Pacífico, en particular en Guerrero y Oaxaca, es capaz de detectar las ondas provocadas por movimientos telúricos de alto riesgo en periodos cortos.
Los datos generados permiten crear mapas, en los que se determinan las zonas donde la amplificación sísmica fue mayor, información de vital importancia para los trabajos inmediatos de rescates después de un movimiento telúrico. (Luis E. Gómez) (Fuente: La Jornada, El Universal)