Veinte años de la repoblación de venado cola blanca texano en Cerralvo, Nuevo León, México
JORGE GABRIEL VILLARREAL GONZÁLEZ*
CIENCIA UANL / AÑO 17, No. 67, MAYO-JUNIO 2014
En marzo de 2013, se cumplieron 20 años de haberse realizado con éxito la repoblación de venado cola blanca texano (Odocoileus virginianus texanus) en terrenos naturales de matorrales en Cerralvo, Nuevo León.
Esta importante repoblación de fauna silvestre, que sin duda constituye un parteaguas en el manejo de la fauna silvestre en México, permitió la restitución o “regreso” del venado cola blanca, de la subespecie texanus, a los terrenos naturales de los ranchos ganaderos de esta región semiárida de Nuevo León.
La repoblación tuvo como principal objetivo iniciar el desarrollo del modelo de ganadería diversificada, basado en la crianza y manejo combinado de ganado bovino de carne y de venado cola blanca, para su aprovechamiento sustentable a través de la prestación de servicios de caza deportiva a turistas cinegéticos nacionales e internacionales.
En esta repoblación participaron ganaderos de Cerralvo, Nuevo León, la Presidencia Municipal y los apoyos que para este fin proporcionó el Gobierno del Estado de Nuevo León, a través de la Subsecretaría de Fomento y Desarrollo Agropecuario.
Cabe destacar el invaluable trabajo que para el éxito de esta repoblación realizó la Asociación Nacional de Ganaderos Diversificados Criadores de Fauna (ANGADI), que gestionó la obtención del “pie de cría” requerido para esta repoblación, con ganaderos diversificados del municipio de Anáhuac, Nuevo León, y de los municipios de Hidalgo y Guerrero, Coahuila.
La repoblación y su impacto
Los 32 machos (jóvenes de 1.5 y 2.5 años de edad) y las 240 hembras (preñadas) de venado cola blanca texano que se utilizaron para esta repoblación se liberaron, directamente, en el área núcleo de los terrenos naturales de matorrales seleccionados para este fin. El área núcleo de la repoblación incluyó 50 mil hectáreas de terrenos naturales del municipio de Cerralvo. Después de 20 años de haberse realizado con éxito esta repoblación, hoy en día la superficie total beneficiada por este programa es de 150 mil hectáreas de terrenos naturales de los municipios de Cerralvo, Agualeguas, General Treviño, Melchor Ocampo, Los Herreras, Los Ramones y Dr. González, Nuevo León.
De acuerdo a la información obtenida durante los últimos 20 años (1993 a 2013), se estima que en el área beneficiada se ha realizado, durante los últimos 15 años (estuvo con veda total de caza los primeros cinco años), un aprovechamiento sustentasble promedio del orden de 150 venados machos por año. Aprovechamiento que representa una derrama económica media anual de 4 millones de pesos mexicanos, evaluada con base en los estándares internacionales de la prestación de este tipo de servicios de turismo cinegético. Importa destacar que parte de estos ingresos se aplica directamente en el mismo campo para el mejoramiento del hábitat del venado cola blanca y del resto de las especies de fauna silvestre que comparten su hábitat natural: fuentes de agua, suplementación de alimentos y suplementación de minerales.
Pero si bien es cierto que los resultados económicos obtenidos gracias a esta repoblación son importantes para la economía rural de esta región ganadera de Nuevo León, lo trascendente es que gracias a esta repoblación se ha mejorado el manejo de los terrenos naturales beneficiados, y con ello se ha logrado la restitución o “regreso” a estos terrenos naturales de una gran diversidad de especies de la fauna silvestre nativa de Nuevo León, entre las que se incluyen, de acuerdo a los monitoreos de campo realizados por Villarreal (2006 y 2009), más de 40 especies de mamíferos y más de 170 especies de aves silvestres. Lo que hace de esta región ecológica de Nuevo León una verdadera reserva de la vida silvestre, en la que la conservación es el producto final del aprovechamiento sustentable del venado cola blanca, a través de la caza deportiva.
Esta nueva visión y actitud de los ganaderos y propietarios de predios rurales, con respecto al manejo y aprovechamiento sustentable de la vida silvestre, es el resultado de diversas acciones que en materia de educación ambiental y transferencia de tecnología han realizado, durante los últimos 15 años en Nuevo León, diversas instituciones y organizaciones de productores, ganaderos, propietarios de predios rurales y cazadores deportistas, entre las que destacan los esfuerzos y acciones de la Unión Ganadera Regional de Nuevo León UGRNL) y el Consejo Estatal de Flora y Fauna Silvestre de Nuevo León, A.C. (CEFFSNL).
Conclusiones y recomendaciones
De acuerdo a los resultados obtenidos en las evaluaciones de campo que durante los últimos 20 años se han realizado, con respecto a esta repoblación de venado cola blanca, se concluye y recomienda:
1. Que es posible realizar con éxito repoblaciones de venado cola blanca (Odocoileus virginianus) en áreas de hábitat natural, sin necesidad de construir cercos de contención con malla tipo “venadera”, siempre y cuando las áreas naturales seleccionadas para la repoblación dispongan de los elementos básicos requeridos para la “adaptación” y “arraigo” de los “pie de cría” repoblados, es decir, áreas naturales con vegetación nativa que produzcan: a) forraje natural de buena calidad desde el punto de vista nutricional del venado; b) “cobertura vegetal” suficiente para la protección del venado en contra de sus depredadores naturales, y para resguardarse de las variaciones climáticas drásticas, como la insolación en la época de verano y las bajas de temperatura que se presentan en invierno, lo que demanda un hábitat natural que incluya áreas con árboles y arbustos de 2.5 o más metros de altura, con buena densidad de cobertura vegetal.
Como complemento, se deberán garantizar también: c) suficientes fuentes de agua “permanentes” (con calidad y disponibilidad a lo largo del año), las cuales deberán estar distribuidas dentro del hábitat natural a razón de al menos una fuente de agua por cada 200 hectáreas de hábitat, con lo que se logrará una mejor distribución de la carga animal y un mejor aprovechamiento de la capacidad de carga forrajera de los terrenos del hábitat natural disponible.
Cuando se justifique y se requiera, se deberán poner en operación equipos para la suplementación de alimentos balanceados o minerales, con especial cuidado en el contenido porcentual de proteína cruda, su digestibilidad en materia seca y la relación calciofósforo. Esta suplementación permitirá contrarrestar las deficiencias alimenticias y nutricionales durante las épocas críticas de “heladas” (temperaturas inferiores a 0ºC) y “sequías” (lluvias medias inferiores a 25% o más con respecto a la lluvia media anual normal), que son comunes en esta región todos los años. Estos equipos de suplementación también deberán distribuirse a razón de al menos un suplementador por cada 200 hectáreas de terrenos de hábitat natural.
2. Es posible realizar con éxito la transferencia y repoblación de venados cola blanca (Odocoileus virginianus), directamente en terrenos naturales y sin necesidad de un control drástico y previo de los depredadores naturales de esta especie, entre los que se incluyen: el puma (Puma concolor), el coyote (Canis latrans) y el gato montés (Lynx rufus), siempre y cuando existan, dentro del hábitat natural seleccionado, otras fuentes alternativas de alimentación para estos depredadores: pecarí de collar (Pecarí tajacu), conejos (Sylvilagus floridanus), liebres (Lepus californicus), ratas de campo (Dipodomys spp.), ratones de campo (Peromyscus spp.), zorrillos (Mephitis spp.) y otras especies de pequeños y medianos mamíferos y diversas especies de aves silvestres.
Para el caso particular del coyote, especie omnívora y oportunista, es necesario que en el terreno natural seleccionado existan especies vegetales que produzcan frutos de temporada, y que son parte vital de su dieta: las tunas de los nopales (Opuntia spp.), los frutos de coyotillo (Karwinskia humboldtiana), los frutos de granjeno (Celtis pallida), las ciruelas de chapote (Diospyros texana) y las vainas de mezquite (Prosopis glandulosa).
La abundancia de pequeños y medianos mamíferos, aves silvestres y frutos de flora silvestre presentes y disponibles para la dieta de los depredadores será determinante para alcanzar el éxito de cualquier repoblación de venado cola blanca que se realice directamente en terrenos naturales. Sin embargo, para cada caso en particular, habrá de definirse si se requiere o no un control previo de depredadores naturales, el cual, desde luego, y de acuerdo a la Ley General de Vida Silvestre vigente, deberá autorizarlo la Dirección General de Vida Silvestre de la Semarnat, o la oficina estatal correspondiente al caso de entidades federativas que han obtenido la descentralización de estas funciones y trámites.
3. Para alcanzar el éxito de una repoblación de venado cola blanca en terrenos naturales es necesario, e insoslayable, reducir al menos 25% la carga total de bovinos de carne que se maneja tradicionalmente en los terrenos de los ranchos ganaderos. En la medida que esta reducción sea mayor, de 40 a 50% o más, los resultados de la restitución de la población de venados cola blanca serán más evidentes y contundentes, ya que en el hábitat natural habrá una mayor disposición de cantidad y calidad de forraje natural, lo cual se reflejará en un mayor índice de reproducción y sobrevivencia de cervatos, mayor porcentaje de pariciones y éxito de crías destetadas; asimismo, un mayor tamaño corporal y de “canastas de astas” de los machos, el principal producto a ofertar en una empresa de turismo cinegético.
La no reducción de la carga animal de bovinos de carne u otras especies ganaderas conlleva necesariamente a la obtención de resultados mediocres, lo cual se reflejará año con año en la baja calidad de los venados machos criados y, desde luego, en el menor tamaño y masividad de sus “canastas de astas”, que hacen rentable este sistema de producción rural basado en la ganadería diversificada.
Los ranchos ganaderos en los que no se ajusta la carga de bovinos de carne recomendada, por regla general, producen anualmente venados machos adultos con “canastas de astas” con puntuaciones iguales, e incluso inferiores a los 130 puntos del sistema de medición del Boone and Crockett Club, lo cual tiene un bajo valor de comercialización desde el punto de vista del turismo cinegético.
4. Contraria a la opinión de algunos “especialistas” en manejo de vida silvestre, la captura de venados cola blanca con fines de repoblación con el sistema de captura denominado “red de cañón disparada desde helicóptero”, se considera, de acuerdo a los resultados obtenidos de la captura de los 272 venados cola blanca repoblados en Cerralvo, Nuevo León (menos de 3% de animales muertos), un método muy eficiente, rápido y justificable desde el punto de vista económico para el caso de capturas de grandes volúmenes de venados.
Importa destacar que para obtener mayor éxito y eficiencia en las capturas con este sistema, es necesaria la capacitación previa de las personas que participarán en los trabajos de campo y que tendrán la responsabilidad directa del manejo de los animales capturados. Contrario también a la opinión de algunos “especialistas”, ninguno de los venados capturados se manejó o transportó bajo la influencia de productos químicos del grupo de los tranquilizantes.
5. No obstante que la transferencia, adaptación y arraigo de los venados cola blanca repoblados (32 machos y 240 hembras) se llevó a cabo en el periodo 1993-1996, lapso que incluyó 3.5 años de sequía “severa” (lluvias iguales o inferiores a 50% de la lluvia media anual normal de la región), los venados transferidos se adaptaron, arraigaron y lograron una tasa de crecimiento poblacional anual sostenida (descontando pérdidas por depredación y muertes por diversas causas) del orden de 21%, un claro indicador de que el programa de manejo que originalmente se implementó fue adecuado y debidamente aplicado por parte de los beneficiados con esta repoblación.
Pese a esta sequía “severa”, a partir de la temporada cinegética oficial 1998-1999, se pudo iniciar el aprovechamiento cinegético sustentable de los venados cola blanca repoblados: diez ejemplares machos para caza deportiva y la extracción de 40 hembras vivas para repoblar otras áreas aledañas. A finales de 1998, se realizó, en el área núcleo original de la repoblación (50 mil hectáreas), un monitoreo intensivo de campo que permitió estimar una densidad media de población, después de cinco años de realizado la repoblación original, de 12 a 15 venados por kilómetro cuadrado (12 a 15 venados / km2; es decir, 1 venado / 6.5 a 8.5 ha.), lo que muestra claramente el éxito que al quinto año había alcanzado este programa de repoblación en vida libre.
6. El principal factor a considerar para alcanzar el éxito de una repoblación de venado cola blanca en terrenos naturales (sin cercos de contención de ningún tipo) es la organización y capacitación de los propietarios de los predios o ranchos ganaderos donde se recibirán los “pie de cría” necesarios para iniciar la repoblación.
Esta organización y capacitación deberá incluir a todos los propietarios de predios rurales del área de influencia de la repoblación, incluyendo desde luego a los trabajadores de campo. Sin esta premisa, cualquier repoblación de fauna silvestre estará condenada irremediablemente al fracaso.
La capacitación, educación y transferencia de tecnología para el manejo y aprovechamiento sustentable de esta especie o de cualquier otra, deberá enfocarse de manera práctica y didáctica al conocimiento básico de la ecología de la especie, sus requerimientos de hábitat natural (alimentación, cobertura, agua y espacio vital), la importancia del aprovechamiento sustentable a través de la caza deportiva o la extracción de animales vivos o muertos, para mantener la calidad y capacidad de carga de los hábitats naturales.
Como complemento a lo anterior, esta capacitación deberá incluir las técnicas básicas de campo que permitan que los mismos propietarios de predios y sus trabajadores realicen las estimaciones de las tendencias de la población y las tasas de aprovechamiento sustentable de las especies que se manejan.
Referencias
1. Villarreal, G.J.G. (1993). Ganadería diversificada. Nuevo León inició su programa de repoblación de venado cola blanca texano. Boletín Agropek. Monterrey, Nuevo León, México.
2. Villarreal, G.J.G. (2006). Inventario preliminar de la mastofauna de los terrenos de matorrales espinosos tamaulipecos del municipio de Cerralvo, Nuevo León, México. Consejo Estatal de Flora y Fauna Silvestre de Nuevo León, A.C. Reporte técnico inédito. Monterrey, Nuevo León, México.
3. Villarreal, G.J.G. (2009). Inventario preliminar de la avifauna de los terrenos de matorrales espinosos tamaulipecos del municipio de Cerralvo, Nuevo León, México. Consejo Estatal de Flora y Fauna Silvestre de Nuevo León, A.C. Reporte técnico inédito. Monterrey, Nuevo León, México.
4. Villarreal, G.J.G. 1986 y 1987. Densidad, composición y población total de venado cola blanca texano Odocoileus virginanus texanus en el rancho “Santa Bárbara”, Hidalgo, Coahuila (Informe inédito).
5. Villarreal, G.J.G. (1999). Venado cola blanca, manejo y aprovechamiento cinegético. Unión Ganadera Regional de Nuevo León. Monterrey, Nuevo León México.
6. Villarreal, G.J.G. (2005). Situación actual y perspectiva de la ganadería diversificada en México. Memorias del II Encuentro Nacional Ganadero. Confederación Nacional de Organizaciones Ganaderas. México, D.F.
7. Villarreal, G.J.G. (2006). Recuperación, manejo y aprovechamiento sustentable de la vida silvestre en la “Cuenca Palo Blanco”, Nuevo León. Memorias del X Simposio sobre Venados en México. División de Educación Continua de la Facultad de Medicina Veterinaria y Zootecnia de la Universidad Autónoma de México. México, D.F.
8. Villarreal, G.J.G., G. Salgado, P. Moreno, y V.M. Salgado 2007. Resultados del monitoreo de población de venado cola blanca de la Cuenca Palo Blanco. Boletín Informativo de la Cuenca “Palo Blanco”. Primavera 2007, Volumen 2, No. 4. Consejo Estatal de Flora y Fauna Silvestre de Nuevo León, A.C. y Parques y Vida Silvestre de Nuevo León. Monterrey, Nuevo León, México.
9. Ramírez Lozano R.G. 2004. Nutrición del venado cola blanca. Ed. Roque González Ramírez Lozano. Unión Ganadera Regional de Nuevo León. Universidad Autónoma de Nuevo León.