Crisis climática y sus consecuencias
Pedro César Cantú-Martínez* ORCID: 0000-0001-8924-5343
CIENCIA UANL / AÑO 28, No.131, mayo-junio 2025
Los científicos en el mundo coinciden en que el cambio climático representa una amenaza crítica para el futuro. El Acuerdo de París en 2015 demuestra que la crisis climática es un gran problema que debe solucionarse rápidamente antes de que sea demasiado tarde (Naciones Unidas, 2015). Sabemos que la quema de combustibles fósiles, las malas prácticas agrícolas y la tala de árboles están provocando que los gases de efecto invernadero (dióxido de carbono y metano) se acumulen en el aire. Éstos atrapan el calor y hacen que la tierra y los océanos se calienten (Trespalacios, Blanquicett y Carrillo, 2018).
Esto genera tormentas, inundaciones, huracanes e incendios forestales con más frecuencia y más intensos, pero también alteraciones duraderas: aumento del nivel del mar, sequías y variaciones en los ciclos de vida de plantas (Martínez y Patiño, 2012; Arteaga y Burbano, 2018) que están afectando la seguridad alimentaria, acceso al agua, la salud, la vivienda, el crecimiento de los cultivos y el entorno natural. Las causas e impactos no son justas, ya que los países con mayor desarrollo económico son responsables, y las naciones en desarrollo las afectadas. Esto significa que niños y generaciones futuras lidiarán con los peores escenarios del cambio climático.
Si no avanzamos hacia las cero emisiones y reducimos el exceso de gases de efecto invernadero en la atmósfera, enfrentaremos una grave amenaza hacia el ecosistema global y la civilización humana. El bienestar e incluso la supervivencia de las personas está en riesgo. Por tanto, en este manuscrito abordaremos la crisis climática, su impacto y las afectaciones sociales, para concluir con algunas consideraciones finales.
¿QUÉ ES LA CRISIS CLIMÁTICA?
La crisis climática se refiere a cambios sin precedentes en los patrones atmosféricos de la Tierra provocados por las actividades humanas. Éstos se deben al aumento de los gases de efecto invernadero que atrapan el calor en la atmósfera y generan un incremento de las temperaturas globales (Cantú-Martínez, 2014). Una causa principal que contribuye a ésta es el uso de hidrocarburos para la producción de energía, transporte y procesos industriales. Esto libera grandes cantidades de dióxido de carbono a la atmósfera, que se acumula y contribuye al calentamiento del planeta. La deforestación es otro factor, ya que los árboles desempeñan un papel crucial en la absorción de dióxido de carbono y la estabilización del clima. Actividades humanas como la agricultura, minería y urbanización también contribuyen a la emisión de gases de efecto invernadero y a la destrucción de hábitats naturales (Morte, De la Fuente y Delso, 2001).
Los impactos de la crisis climática se están sintiendo en todo el mundo, las comunidades se enfrentan a sequías, tormentas, inundaciones, olas de calor más frecuentes y graves. Tales eventos causan daños físicos y destrucción, además de traer consecuencias sociales y económicas de gran alcance: desplazamiento de poblaciones, escasez de alimentos y agua, aumento de pobreza y desigualdad social (Magaña y Neri, 2012). Asimismo, las poblaciones vulnerables, incluidas comunidades de bajos ingresos, pueblos indígenas y trabajadores de actividades primarias son afectados desproporcionadamente debido la falta de recursos y poder político.
La crisis climática requiere una acción urgente y ambiciosa a nivel individual y colectivo. Esto incluye la transición a fuentes de energía renovables, mejora de la eficiencia energética, reducción de residuos, consumo, protección y restauración de bosques y ecosistemas; además de la promoción de prácticas sostenibles agrícolas, transporte y planificación urbana. También requiere que empresas y gobiernos rindan cuentas por nutrirla, y abogar por políticas que prioricen la protección del ambiente y justicia social (Valencia, Aguirre y Ríos, 2015). Todo con un imperativo moral para salvaguardar el bienestar de las generaciones actuales y futuras.
IMPACTO DE LA CRISIS CLIMÁTICA
La crisis climática se caracteriza por el aumento de las temperaturas globales, los fenómenos meteorológicos extremos y los trastornos medioambientales sin precedentes, pero además supone una amenaza importante en el futuro de nuestro planeta (Porrúa, 2001). Comprender sus complejidades y los impactos de largo alcance es esencial para guiar esfuerzos colectivos hacia estrategias de mitigación. Por ello es importante avanzar en aspectos pluridisciplinarios, explorando sus efectos, dando seguimiento a iniciativas globales destinadas a abordar esta problemática.
Posiblemente estemos ante la dificultad más apremiante de nuestro tiempo (Hernández, 2020). El consenso científico es claro, el clima de la Tierra está cambiando a un ritmo sin precedentes debido a las actividades humanas (Molina, Sarukhán y Carabias, 2017). Entre los factores clave que impulsan la crisis climática se encuentra la quema de combustibles, que ha alcanzado cifras mundiales de 4.250 millones de toneladas métricas en 2021, superior a los 3.700 millones de toneladas métricas utilizadas al arranque del siglo XXI (Statista, 2024).
El avance urbano y crecimiento de las fronteras agropecuarias es otro contribuyente, en 2023 promovió la pérdida de 3.7 millones de hectáreas de bosques primarios (Sierra, 2024). Recordemos que éstos absorben dióxido de carbono de la atmósfera y lo almacenan en su biomasa, lo que regula el clima de manera general (Pardos, 1999). Para combatir la remoción de esta floresta, debemos proteger y restaurar los bosques, implementar prácticas sostenibles de uso de la tierra y apoyar a las comunidades indígenas ya que son los guardianes de estos ecosistemas vitales.
La crisis climática está en todo ámbito, particularmente en comunidades vulnerables y países en desarrollo. Donde el desplazamiento de personas, tan sólo en 2022, fue de 32.6 millones, promovido por los fenómenos meteorológicos extremos. Las sequías y hambrunas exacerban la inseguridad alimentaria, en este aspecto, 281.6 millones de personas padecieron hambre aguda en 2023, amenazando sus vidas y medios de subsistencia (Siegfried, 2023; Rua, 2024; Naciones Unidas, 2024).
Por otro lado, su progreso es más rápido que las predicciones científicas. Los récords de temperatura se están batiendo; los incendios forestales, fuera de control en todo el mundo, las sequías y escasez de recursos en el norte de África y Oriente Medio han provocado conflictos e inconvenientes de refugiados (Nelson et al., 2009; García, 2018). El aumento del nivel del mar ha obligado a las poblaciones de islas a desplazarse. Un millón de especies animales y vegetales están en peligro de extinción, y a pesar de que la Tierra es sólo 1°C en promedio más cálida que antes de la Revolución Industrial, esto es demasiado tórrido para las condiciones generales del planeta (Serratos, 2021).
¿CÓMO AFECTA LA CRISIS CLIMÁTICA A LAS PERSONAS?
La crisis climática, ya caracterizada, tiene repercusiones de gran alcance en todo el mundo. Uno de los efectos más inmediatos y tangibles es su impacto en la salud física. El incremento de las temperaturas puede provocar enfermedades relacionadas con el calor: insolación, deshidratación, especialmente en poblaciones vulnerables como los ancianos y los niños. Además, los fenómenos meteorológicos extremos (huracanes e incendios forestales), pueden producir lesiones físicas, desplazamientos e interrupciones de los servicios sanitarios, lo que agrava aún más los riesgos para la salud de las personas (Astorga, Sorio y Bauhoff, 2023).
Aunado a esto, tiene profundas implicaciones en el bienestar mental (Clayton, 2019). Los desastres naturales y degradación ambiental causan traumas, ansiedad y depresión. Además, la incertidumbre y el miedo asociados pueden provocar un aumento de los niveles de estrés y sentimientos de impotencia, lo que contribuye a los trastornos de salud mental y a la reducción de la calidad de vida. Desde el punto de vista económico, tiene efectos devastadores en las personas y las comunidades (Rueda y García, 2002).
En el ámbito colectivo, tensa las relaciones y exacerba las desigualdades existentes (Buendía, 2007). El desplazamiento por aumento del nivel del mar y los desastres naturales provoca aislamiento social y pérdida de los lazos comunitarios. Además, la distribución desigual de los impactos climáticos afecta de manera desproporcionada a comunidades marginadas incrementando las disparidades entre ellas.
CONSIDERACIONES FINALES
La crisis climática es un asunto que afecta a todos. Recordemos que no sólo da pie a problemas de salud y económicos, también provoca injusticias ambientales y sociales. Debemos reducir nuestras emisiones de carbono, proteger la naturaleza y adaptarnos
al cambio climático. Es importante que la economía crezca de manera que sea buena para el ambiente y justa. Tenemos que asegurarnos que a medida que trabajamos con el fin de detener esta crisis, también estemos creando empleos y mejorando la vida, esencialmente de las personas pobres de todo el mundo. Ya que se puede afirmar con seguridad que la humanidad afronta su mayor dificultad en la historia de su existencia y ésta se llama crisis climática.
* Universidad Autónoma de Nuevo León, San Nicolás de los Garza, México.
Contacto: cantup@hotmail.com
REFERENCIAS
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Astorga, Ignacio, Sorio, Rita, y Bauhoff, Sebastian. (2023). Salud y cambio climático: ¿cómo proteger la salud de las personas frente a la crisis climática?, Banco Interamericano de Desarrollo.
Buendía, Mercedes P. (2007). El impacto social del cambio climático, Panorama Social, 5,22-35.
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