EDITORIAL CIENCIA UANL 26-122
Veronika Barbara Sieglin*
CIENCIA UANL / AÑO 26, No.122, noviembre-diciembre 2023
Presentamos un número más de Ciencia UANL, el cual reúne una serie de estudios acerca de diversas problemáticas sociales: desde el (aparente) antagonismo entre duda razonable y presunción de inocencia, tecnologías gráficas en refuerzo a la búsqueda de personas desaparecidas, hasta la construcción de perfiles psicológicos y hábitos alimentarios. A pesar de la diversidad temática, todos los artículos aportan valiosos datos que pueden ayudar a mejorar nuestra realidad.
De la misma manera que las demás, las ciencias sociales tienen la función de generar conocimientos que sean útiles al desarrollo de las colectividades y que coadyuven en la superación de problemáticas comunitarias. Sin embargo, su función no se agota allí. También les corresponde favorecer la autocomprensión de las sociedades a través del estudio de su devenir histórico, sus expresiones culturales (tarea de las llamadas disciplinas histórico-hermenéuticas) y transparentar los factores y mecanismos que ocultan relaciones de poder y que les dificultan a los pueblos y comunidades repensar los pilares político-organizativos actuales. En esto consiste la misión de las vertientes crítico-emancipatorias de las ciencias sociales, utilizando la terminología del filósofo y sociólogo alemán Jürgen Habermas. Dichas corrientes desenvuelven y proporcionan el soporte analítico-reflexivo para, por un lado, transparentar, criticar y repensar el conjunto de conceptos que sostienen atemáticamente las relaciones de grupo, influyen en cómo individuos y colectivos construyen espontáneamente sus realidades, se vinculan entre sí y con los demás; y fundar, por el otro, utopías de reorganización societal, alternativas frente a los retos del presente para que los lemas de la Revolución Francesa –libertad, igualdad y fraternidad– no sean palabras vacías sino faros hacia la edificación de sociedades del futuro.
Por lo anterior, no sorprende que fueran dichas tendencias las que sufrieran a lo largo de las pasadas tres décadas –marcadas por las políticas neoliberales– ataques feroces por parte de gobiernos y grupos dominantes. Entre los dispositivos puestos en marcha contra el pensamiento reflexivo figuran: 1) el sistemático y planificado desfondeo financiero de proyectos de investigación de corte teórico-crítico y el fomento de trabajos de orientación instrumental y positivista; 2) el recorte de contenidos teóricos, epistemológicos, filosóficos en los programas formativos de las universidades (licenciatura, maestrías) y su sustitución por cursos técnicos y prácticos. Se trata de intervenciones políticas e ideológicas desde arriba en la formación de las futuras generaciones de científicas y científicos sociales con el fin de mutilar el potencial intelectual de esa rama del saber.
No obstante la gravedad de la situación, las corrientes histórico-hermenéuticas y emancipatorias han resistido en México y América Latina, en parte gracias a los cambios en el poder que se han gestado en la región durante este milenio. En nuestro país, la nueva Ley de Humanidades, Ciencia, Tecnologías e Innovación, aprobada en 2023, no sólo reconoce por primera vez el valor de las ciencias sociales y las humanidades, sino que promete más apoyos a investigaciones en este campo. En esta publicación esperamos ver pronto los frutos de tales iniciativas en materia de HCTI y sacar a la luz contribuciones de todas las ramas y orientaciones teóricas y metodológicas de esta parcela del conocimiento.
*Universidad Autónoma de Nuevo León, San Nicolás de los Garza, México.
Contacto: veronika.sieglinst@uanl.edu.mx