EL CAMOTE (IPOMOEA BATATAS L.), UNA PUERTA AL INFRAMUNDO: POTENCIALES USOS

Harumi Hernández Guzmán*, Rubén Humberto Andueza Noh*,
Carmen Salazar Gómez Varela**

CIENCIA UANL / AÑO 24, No.110, noviembre-diciembre 2021

En muchos países de Latinoamérica, en los últimos años, los cultivos de raíces y tubérculos considerados de subsistencia, y en muchos casos olvidados, han empezado a cobrar importancia debido al potencial nutricional que los caracteriza (Barrera et al., 2004; Vidal et al., 2018). Para el caso de México, y específicamente en Yucatán, encontramos un cultivo que no sólo representa la cosmovisión de una comunidad, sino una puerta de posibles soluciones ante las problemáticas cada día más comunes de la inseguridad alimentaria y el cambio climático.

El camote (Ipomoea batatas L.; figura 1) es una raíz engrosada de reserva que pertenece a la familia de las convolvuláceas, su nombre proviene de la palabra náhuatl camohtli y en lengua maya se le conoce como iss (Basurto et al., 2015; Meléndez e Hirose, 2018; CIP, 2019). Es un cultivo ancestral de importancia alimenticia y cultural (Basurto et al., 2015), posee su centro de origen y diversidad en Centroamérica (Srisuwan et al., 2006) y es considerado un cultivo de subsistencia ya que las zonas que más aprovechan esta especie son subdesarrolladas, de escasos recursos y con sistemas tradicionales de producción (Siqueiro y Veasey, 2011). A nivel mundial es el sexto cultivo alimenticio más importante después del arroz, trigo, papa, maíz y yuca, siendo China el principal productor con 85,456,260.19 toneladas para 2019 (FAO, 2019; CIP, 2019). En Yucatán se tiene registro de ocho variedades nativas que se diferencian por sus características morfológicas y su ciclo de cultivo (Terán et al., 1998).

Figura 1. Camote amarillo cosechado de milpas mayas yucatecas.

EL CAMOTE EN YUCATÁN

En el estado de Yucatán, para 2019, se reportó una superficie sembrada de 44.50 ha con una producción de 1,345.50 ton y un valor de producción de 6,333.66 (miles de pesos; SIAP, 2019). Su principal uso es como alimento, teniendo registros que era de ayuda sobre todo en épocas de escasez, cuando por efecto de fenómenos naturales, como huracanes o plagas, se perdía la cosecha y se recurría al camote que crecía en las milpas ya no trabajadas o que se habían dejado en descanso por algunos meses o años. En esos momentos el camote era usado como sustituto del maíz o combinado con éste en atole o tortilla (Terán et al., 1998; García-Quintanilla, 2000).

Otros registros denotan el importante papel que tuvo este cultivo junto con otras raíces para la alimentación maya, ya que para las civilizaciones del clásico y preclásico su sobrevivencia se basó no sólo en el consumo del maíz, sino en el consumo de raíces y tubérculos como el camote que proporcionaron alimento a una civilización entera y que dadas las condiciones ambientales y geográficas de la región, estas especies fueron los cultivos apropiados en estas áreas, llegando a ser igual de importantes que el maíz (Meléndez y Hirose, 2018).

BENEFICIOS NUTRICIONALES DEL CAMOTE

La importancia del camote como fuente alimenticia se debe a su aporte nutricional, es un alimento rico en carbohidratos, vitaminas A y C, minerales, lípidos, proteínas, carotenoides, riboflavina, niacina, fibra y agua (Krochmal-Marczak et al., 2014). De igual forma es un alimento bueno para la salud arterial y sanguínea, ya que su consumo ayuda a disminuir la presión arterial, las enfermedades cardiovasculares, la obesidad y la diabetes.

Otra de sus propiedades es que actúa como cardioprotector, hepatoprotector y anticancerígeno, mejora la vista, ayuda a las membranas mucosas y la piel, así como a la función inmunológica (Mohanraj y Sivasankar, 2014). En mujeres lactantes favorece el aumento de la producción de leche materna. La raíz es la parte que se consume principalmente, sin embargo, algunos estudios mencionan que el consumo de las hojas y tallos también aporta beneficios nutricionales y pueden ser utilizados como sustituto de los cultivos de hoja verde, al contener proteína, fibra y minerales como K, P, Ca, Mg, Fe, Mn y Cu (Vidal et al., 2018). Por lo anterior, el camote es un alimento completo y una buena opción en países en vías de desarrollo y que puede ayudar a las problemáticas de salud que se viven en las comunidades, así como un alimento que permite garantizar la seguridad alimentaria y un complemento con gran aporte nutritivo a la dieta humana (Barrera et al., 2004; Siqueiro y Veasey, 2011; Vidal et al., 2018; CIP, 2019).

CARACTERÍSTICAS BOTÁNICAS Y ECOLÓGICAS

Otro aspecto a resaltar de esta especie son sus características botánicas y ecológicas. Al ser un cultivo rústico y de fácil manejo, le confiere la ventaja de resistir condiciones poco favorables, por lo tanto, posee una amplia adaptación y tolerancia a la sequía, plagas y enfermedades. Es un cultivo que requiere pocos insumos y cuidados para su producción en comparación con otros, lo que permite reducir las pérdidas de cosecha convirtiéndose en una alternativa de alimento en países con alta vulnerabilidad (Siqueiro y Veasey, 2011; CIP, 2019).

COSMOVISIÓN MAYA DEL CAMOTE

El camote en Yucatán es una planta envuelta en misticismo, simbolismo y considerada sagrada, al ser una raíz se encuentra bajo el suelo separando lo terrenal del temido inframundo. Muchos milperos mencionan que el mejor lugar para sembrar camotes y otras raíces es en los montículos de tierra hechos por hormigas llamados múulsays, la entrada a los hormigueros y, por lo tanto, se tiene la creencia de que al crecer las raíces profundamente siguen la excavación realizada por las hormigas hasta llegar al inframundo; tomando en cuenta estas creencias, los campesinos mayas indican que el camote tiene un manejo especial y debe ser cosechado a las 12 del día debido a que en ese momento no se corre el riesgo de ser víctima de alguna enfermedad proveniente del inframundo, además, los campesinos indican que a esa hora las plantas toman un breve descanso y se reúnen a platicar, lo que les permite cosechar en menor tiempo y obtener mayores cantidades de camote, ya que pasadas las 12 del día las plantas nuevamente se dispersan en la milpa y la cosecha se vuelve más complicada. En muchos casos las mujeres evitan ir a la milpa a cosechar camotes dado que pueden ser víctimas de un mal aire que les puede provocar una serie de enfermedades graves (Terán et al., 1998; García-Quintanilla, 2000).

Otra práctica envuelta en misticismo que aún persiste, especialmente en la comunidad de Xocén, Yucatán, es la costumbre de usar una pulsera o amuleto llamado puc choh en maya (figura 2), que está hecha de un hilo rojo del que cuelga la mandíbula del tzereque (Dasyprocta punctata yucatanica), un roedor que se alimenta del camote. Los campesinos mayas indican que usar esta pulsera durante la cosecha de camote, les da la habilidad de encontrar o cosechar gran cantidad de camotes de forma más rápida, a diferencia de quienes cosechan sin usarla, e incluso la pulsera es colocada durante su infancia a los niños con el objetivo de que adquieran habilidades para cosechar camote en la edad adulta (García-Quintanilla, 2000).

Figura 2. Huesos de la mandíbula del tzereque, usado para elaborar la pulsera que confiere la habilidad de cosechar gran cantidad de camotes de forma rápida.

POTENCIALES USOS

Como se ha mencionado anteriormente, el principal uso del camote en Yucatán ha sido alimenticio y medicinal mediante la preparación de bebidas y alimentos dulces y salados (Meléndez y Hirose, 2018). Sin embargo, en la actualidad, diversos estudios han demostrado que el camote es una fuente valiosa de productos naturales únicos que pueden ser utilizados para el desarrollo de medicamentos y para la elaboración de diversos productos industriales (Mohanraj y Sivasankar, 2014; Soo yung et al., 2016; Wang et al., 2018). Aspecto que resalta el uso potencial de productos derivados de camote como alternativa en el control de enfermedades crónicas.

CONCLUSIONES

A pesar de la importancia que representa el camote por su alto valor nutritivo, en la actualidad, para el estado de Yucatán, no se tienen estudios que nos brinden información básica sobre su cultivo, ni de sus variedades, que puedan dar una pauta para un mejor aprovechamiento y protección del cultivo. Es por eso que se resalta la importancia de mirar a esta especie que ha sido manejada por las comunidades mayas a lo largo del tiempo y que ha tenido un papel relevante en la alimentación y la cosmovisión maya.

 

*Tecnológico Nacional de México/Instituto Tecnológico de Conkal. **Universidad Autónoma de Yucatán.
Contacto: r_andueza81@hotmail.com

REFERENCIAS

Barrera, V., Espinosa, P., Tapia, C., et al. (2004). Caracterización de las raíces y los tubérculos andinos en la ecoregión andina del Ecuador. En Barrera, V., Tapia, C y Monteros, A. (eds.). Raíces y tubérculos andinos alternativas para la conservación y uso sostenible en el Ecuador. Una década de investigación para el desarrollo (1993-2003). No. 4. INIAP. CIP. Perú.
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Krochmal-Marczak, B., Sawicka, B., Supski, J., et al. (2014). Nutrition value of the sweet potato (Ipomoea batatas (L.) Lam) cultivated in south-eastern Polish conditions. International Journal of Agronomy and Agricultural Research. 4(4):169-178.
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