Crean fármacos con veneno de caracol

 

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Luis E. Gómez

Fuente: UNAM

CIENCIA UANL / AÑO 17, No. 65, ENERO-FEBRERO 2014

Los venenos que utilizan los caracoles marinos del género Conus para atrapar a sus presas y defenderse de los depredadores podrían convertirse en principios activos de nuevos medicamentos contra enfermedades humanas como el Parkinson y Alzheimer.

Y es que Estuardo López Vera, del Instituto de Ciencias del Mar y Limnología (ICMyL) de la UNAM, colecta en aguas mexicanas de los océanos Pacífico y Atlántico esos animales, resguardados en decoradas conchas con forma de cono, y los lleva a su laboratorio, donde extrae el veneno y lo analiza con diversas técnicas de microscopía y cromatografía de líquidos, para conocer a fondo sus componentes y es- tructura química.

“En el mundo hay unas 500 especies de caracoles marinos de la superfamilia Conoidea. En México hay 60, y cada una produce entre 100 y 200 toxinas diferentes”, explicó el biólogo, maestro en neurobiología y doctor en ciencias biomédicas.

Actualmente, López Vera estudia diez, cada una con sus propias toxinas, que no se repiten entre sí, aunque comparten los efectos, como paralizar a una presa.

El estudio de estos animales inició hace 30 años en Filipinas, donde, en aguas del océano Indo-Pacífico, los turistas pagaban a los nativos por sacarlos del mar para coleccionar las conchas de singular belleza.

López Vera comenzó a analizarlos en 1997, en el campus Juriquilla de la UNAM, en Querétaro, en su etapa de estudiante de posgrado, con sus tutores Édgar Heimer de la Cotera y Manuel Aguilar Ramírez, investigadores del Instituto de Neurobiología de (INB) de esta casa de estudios.

Las sustancias tóxicas referidas son útiles como herramientas moleculares para estudiar receptores y canales iónicos involucrados con varias enfermedades. Una vez que se conozcan a detalle los mecanismos básicos que producen patologías como el Alzheimer, el Parkinson o la epilepsia, podrán utilizarse como fármacos para detener o revertir ciertos procesos con los que avanzan estos padecimientos. (Luis E. Gómez) (Fuente: UNAM)