MATEMÁTICAS PARA CONTROLAR ESPECIES AMENAZADAS

CIENCIA UANL / AÑO 22, No.97 septiembre-octubre 2019

¿Has visto plantas en las paredes de las montañas? Se ven preciosas, y nosotros jamás nos detenemos a pensar cómo sería protegerlas si se encuentran en peligro en un lugar así. Pues bien, unos investigadores han diseñado un nuevo método, a partir de simulación matemática, con el que son capaces de realizar censos de plantas que habitan en entornos extremos, como paredes verticales de roca, con la máxima precisión, pero ahorrando tiempo y buena parte de los recursos materiales y personales. Este avance es obra de especialistas del Centro Tecnológico Forestal de Cataluña (CTFC) y del Departamento de Biodiversidad y Gestión Ambiental de la Universidad de León (ULE), en España, que, desde hace años, trabajan en el seguimiento de la especie Primula pedemontana en la Montaña Palentina.

Se trata de un taxón de gran interés: una planta originaria de los Alpes que, en la península Ibérica, reduce su distribución a un pequeño reducto al oeste de la Montaña Palentina. “Está al límite de su distribución y es probable que se haya extinguido en zonas intermedias. Creemos que llegó aquí en un momento en que el clima era más benévolo y que sólo queda un reducto en el Macizo del Curavacas, aunque esto es sólo una hipótesis.”, subraya la investigadora.

Pero realizar el seguimiento de esta especie es una tarea muy compleja: esta planta tiene un periodo de floración corto y variable, el lugar donde crece –paredes de roca– es inaccesible, las condiciones meteorológicas de la época en que se realiza el censo –la primavera– son muy duras y los recursos materiales y personales mínimos.

De toda esta problemática surgió la necesidad de desarrollar un método simplificado que permitiera obtener la misma información, pero de forma más eficiente. Para ello, modificaron una metodología existente para estudiar plantas en el Pirineo que crecen en lugares inaccesibles. Mediante dispositivos ópticos –un telescopio terrestre– contaron las poblaciones de plantas presentes en la pared de roca. Previamente, se evaluó a los observadores para reducir el error en el muestreo. La pared se dividió en cuadrículas y, durante dos años, se contabilizó por completo. Una vez que se obtuvieron datos de las plantas presentes en cada una de las cuadrículas se calculó, mediante simulación matemática, el número mínimo de cuadrículas que se debían contabilizar para obtener datos consistentes.

Este método, que podría aplicarse a otras muchas especies de montaña, ha permitido constatar que las poblaciones de Primula pedemontana se mantienen, por el momento. La planta se registró en los años cincuenta en las cumbres del Pico Curavacas. Observaciones posteriores la situaron en las paredes del Lago Curavacas, sin embargo, advierten los investigadores, prospecciones sin éxito “llevan a pensar que su altitud ha ascendido casi 200 metros y las plantas más bajas altitudinalmente, además, presentan un tamaño muy reducido, probablemente debido a un mayor estrés”. Si esta tendencia sigue, llegará un momento en que la especie no tenga territorio que ocupar. Por eso es importante realizar un seguimiento anual, para avanzar en su conservación antes de que sea demasiado tarde (fuente: Cristina G. Pedraz / DICYT).