UNAM en el combate contra el sargazo del Caribe

 

¿Por qué hay tanto sargazo en la Playa?

Esta hierba que llega del mar a nuestras playas caribeñas proviene del Mar de los Sargazos, una enorme concentración de algas flotantes ubicada en el Océano Atlántico y que alcanza una extensión de tres millones 500 mil kilómetros cuadrados, con una profundidad de hasta un metro y medio. El Mar de los Sargazos es considerado una región geográfica situada dentro del célebre Triángulo de las Bermudas, fue descubierto por Cristóbal Colón en su histórico viaje hacia el nuevo continente y el nombre se lo dieron los navegantes portugueses que le acompañaron.

Esta región del Océano Atlántico está limitada por corrientes marinas circulando a la manera de las manecillas del reloj, lo que produce el efecto de reunir las algas que la conforman. Forma parte de los legendarios peligros que han llamado la atención en el área del Triángulo de las Bermudas ya que por su quietud hacia el centro y por su ausencia de vientos, se le ha tenido como cementerio de veleros que atrapa con las grandes cantidades de algas.

Se ha observado que junto a la masiva invasión de algas provenientes del este, también hay concentraciones que viajan a través de las corrientes marítimas del sur. Por ello han surgido hipótesis que podrían estar relacionadas con un aumento de temperatura o calentamiento global que ha impactado la generación de sargazo en el Océano Atlántico Norte, hasta contaminación de las aguas provenientes del Amazonas que entrega su caudal de agua dulce al mar en el Cono Sur.

La intervención de la UNAM

Expertos de la UNAM, a solicitud del Gobierno de la República, conformaron un comité científico como grupo de trabajo permanente para aportar conocimiento y soluciones de ciencia aplicada, enfocados a atacar al sargazo en las playas de Quintana Roo.

En las instalaciones de la Coordinación de la Investigación Científica de esta casa de estudios, el titular de la Secretaría de Medio Ambiente y Recursos Naturales (Semarnat), Rafael Pacchiano Alamán, agradeció la respuesta inmediata de la comunidad universitaria. Con la creación de este comité de alto nivel, la Universidad se coloca, una vez más, a la vanguardia en la solución de los grandes problemas nacionales.

El gobierno ha destinado a cientos de trabajadores en cuadrillas que llenan carretillas y vuelcan en camiones el alga que muta en colores ocres y negros. A los jornaleros se les paga con recursos que la Federación tiene destinados para las catástrofes naturales. El esfuerzo para quitarlo de las playas a diario es, desde hace años, una rutina que se vuelve tradición laboral y que se torna en pesadilla.

Desde mayo, las autoridades y hoteleros de Quintana Roo han removido 130,000 metros cúbicos de 17 playas en siete municipios de la entidad. El arribo masivo se debe a un cambio en las corrientes de aire de los hemisferios norte y sur y a un aumento en las cargas de fosfato del desierto del Sahara y del agua que el Río Amazonas vierte sobre el mar.

Hasta ahora, el gobierno federal ha aportado 62 millones de pesos que se suman a 20 millones con los que ha contribuido el Estado. El proyecto de contención implica 27 kilómetros de vallas en el mar para desviar el sargazo en la corriente marina y evitar que llegue a las playas, así como trabajos permanentes de limpieza, recolección y conducción del material orgánico hacia tierra, con vehículos equipados con succión al vacío para capturar el alga sin afectar la fauna marina.

Cuauhtémoc León, doctor en Medio Ambiente por la UNAM, explica que la llegada de sargazo no constituye un desastre natural por sí mismo, pero evidencia la necesidad de crear un sistema de alertas tempranas y una Ley de manejo costero, pues no hay un marco legal que prevea este tipo de circunstancial.

 

// Carlos Blanco

 

Más información disponible en: http://www.dgcs.unam.mx/boletin/bdboletin/2018_487.html