Editorial Ciencia UANL 21-89

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

Gloria Iveth López Castillo

Universidad Autónoma de Nuevo León.

CIENCIA UANL / AÑO 21, No. 89 mayo-junio 2018

El Dr. Glafiro José Alanís Flores (1944-2018) fue un biólogo, investigador y maestro emérito de la UANL, dedicó gran parte de su vida a la enseñanza y conservación de los recursos naturales; férreo defensor de los espacios verdes del área metropolitana y de las especies nativas. Fue autor de un gran número de publicaciones y proyectos, dejando en cada uno de ellos una pequeña parte de su espíritu y pasión por la naturaleza.

Preocupado todo el tiempo por los problemas ambientales que aquejan a nuestra ciudad, siempre en búsqueda de impulsar y motivar a las nuevas generaciones a realizar trabajos de divulgación al alcance de todos, con los cuales se le diera relevancia a los servicios ambientales y las consecuencias que traerían si se eliminaran estas áreas naturales. En este número incluimos una de sus últimas investigaciones: “Diversidad de la vegetación riparia del río La Silla Monterrey-Guadalupe, Nuevo León”.

El río La Silla, uno de los pocos cuerpos de agua vivos en el área metropolitana de Monterrey, desde un punto de vista fisonómico, es un conjunto de vegetación que alberga una gran diversidad de especies de árboles de hoja perenne, decidua o parcialmente decidua, así como una gran variedad de herbáceas acuáticas y terrestres. Un aspecto característico de este hábitat ripario es que se encuentra en ecotono entre un ecosistema acuático y terrestre a diferencia de otros ecosistemas.

En la actualidad, debido a las actividades antropogénicas, el crecimiento demográfico y la sobrepoblación que invaden estas zonas, así como los fenómenos naturales, han provocado grandes disturbios ecológicos. Sin duda es difícil detener la urbanización de ciudades que están en constante crecimiento como la zona metropolitana de Monterrey.

Este tipo de estudios son de suma importancia por su valor ecológico y cultural con lo cual se pretende enaltecer y reconocer a las valiosas personas como el Dr. Glafiro, que dedicó su vida a los mismos. Reiterando la necesidad de realizar estudios de restauración y manejo de estas áreas, aumentando así la necesidad de conservar el recurso hídrico, el cual permite la presencia de flora y fauna, y que en un futuro se puedan diseñar políticas y realizar acciones para la protección, conservación y restauración del ecosistema ribereño