Sistema solar con dos estrellas y tres discos de formación planetaria

CIENCIA UANL / AÑO 19, No. 81, SEPTIEMBRE-OCTUBRE 2016

En la escuela primaria, aprendimos que nuestro planeta gira alrededor del Sol, y que, además de la Tierra, hay otros planetas que hacen lo mismo: es el sistema solar. Hay diversos  sistemas planetarios que siguen más o menos el mismo modelo: una estrella con un anillo de planetas orbitando a su alrededor.

Así lo sabíamos… hasta ahora, pero el equipo de Christian Brinch, del Instituto Niels Bohr, de la Universidad de Copenhague, en Dinamarca, ha descubierto un sistema solar que consiste en dos estrellas con tres discos de acreción (término que se utiliza para nombrar el crecimiento de un cuerpo por agregación de cuerpos menores) formadores de planetas, girando a su alrededor. Cada una de estas estrellas tiene su propio disco protoplanetario, pero, además, existe un tercer disco compartido. Los tres discos protoplanetarios están desalineados entre sí.

Cuando se crea una nueva estrella sigue girando –junto con el resto de gas y polvo de la nebulosa– hasta que forma un disco. Los materiales se acumulan y forman grumos cada vez más grandes, los cuales, finalmente, se convierten en planetas, y… ¡zaz!, tenemos entonces un sistema planetario o un sistema solar.

Muchas veces no es sólo una, sino dos estrellas las que se forman en el centro de la densa nube de gas y polvo. A estos sistemas se les llama estrella binaria, sus componentes se mantienen más o menos cerca por los efectos de la gravedad de ambas estrellas que orbitan una alrededor de la otra, con el centro desplazado hacia la de mayor masa, es decir, hacia la más grande.

Por todo lo anterior, lo descubierto por Brinch y su equipo es una rareza, pues se trata de una estrella binaria con no solo dos, sino con tres discos de gas giratorios. Estos cuerpos celestes se hallan a unos 400 años-luz de la Tierra, tienen entre 100 mil y 200 mil años y podría haber empezado ya la formación planetaria en sus discos (fuente: Amazings/NCYT).