Logran frenar el tipo más común de enfermedad cardiaca

glicoesfingolipido

Luis E. Gómez

Fuente: Amazings/NCYT

CIENCIA UANL / AÑO 17, No. 67, MAYO-JUNIO 2014

La aterosclerosis es una enfermedad que consiste, a grandes rasgos, en la acumulación de grasas y colesterol que cuando se endurecen forman placas y hacen más estrechas a las arterias. La buena noticia es que se ha conseguido detener el desarrollo de aterosclerosis en animales mediante el bloqueo de la actividad de una sustancia presente en la membrana de las células.

Con un compuesto artificial de amplia disponibilidad, llamado D-PDMP, los investigadores impidieron el crecimiento de placas de grasa y depósitos de calcio en los vasos sanguíneos de ratones y conejos alimentados con una dieta rica en grasas y con abundante colesterol.

La técnica probada por el equipo de Subroto Chatterjee, de la Escuela de Medicina de la Universidad Johns Hopkins en Baltimore, Maryland, Estados Unidos, ofrece una vía para bloquear los procesos anómalos de producción, transporte y descomposición de colesterol, y evita con éxito el desarrollo de aterosclerosis, la principal causa de ataques al corazón y derrames cerebrales, así como una de las mayores causas de muerte en la especie humana.

En una serie de experimentos, el equipo de investigación identificó y detuvo la acción de una molécula de grasa y azúcar llamada glicoesfingolípido, o GSL, la cual está presente en la membrana de todas las células y se conoce sobre todo por regular el crecimiento celular, además es responsable de numerosos problemas biológicos que afectan la capacidad del cuerpo para usar, transportar y purgar adecuadamente el colesterol, sustancia grasa que se acumula en los vasos y que, en su variedad más nociva, estimula el desarrollo de enfermedades cardiacas. El tratamiento con D-PDMP parece funcionar al corregir los problemas biológicos que merman la capacidad del cuerpo para procesar debidamente el colesterol.

El tratamiento también impidió que crecieran placas de grasa y depósitos de calcio en los vasos sanguíneos de los animales. Estos efectos fueron observados en animales que recibían el tratamiento diario con D-PDMP, a pesar de que consumían una dieta compuesta en 20 % por triglicéridos (el equivalente humano a comerse una hamburguesa grasienta en el desayuno, otra en el almuerzo y otra en la cena). Además, el D-PDMP parece actuar con precisión (de
manera muy selectiva) contra el colesterol LDL oxidado y la actividad de ciertas sustancias químicas que estimulan la inflamación de los vasos sanguíneos, todo ello sin alterar el crecimiento celular. (Luis E. Gómez) (Fuente: Amazings/NCYT)