El trabajo interdisciplinario en una red académica: desafío y complejidad
MA. TERESA CERVANTES LOREDO*,
MAGDA GARCÍA QUINTANILLA*,
ANA IRENE CUEVAS GUTIÉRREZ*
CIENCIA UANL / AÑO 19, No. 79, MAYO-JUNIO 2016
En México, la formación de cuerpos académicos se inicia en 2002, impulsados por la Secretaría de Educación Pública y el Consejo Nacional de Ciencia y Tecnología, quienes implementaron acciones para su formación y consolidación en las instituciones de educación superior. (1) Estos cuerpos académicos son comunidades científicas cuyo propósito es la producción del conocimiento a través de un trabajo conjunto en un área específica, sin embargo, dada la complejidad de los problemas mundiales y nacionales en la actualidad, estas comunidades se han visto en la necesidad de interconectarse en redes más amplias que aglutinan a científicos de distintas especialidades para trabajar temas de interés común. (2)
En la Universidad Autónoma de Nuevo León (UANL) una de esas comunidades está constituida por la Red de Investigación Educativa (RIE); a casi cuatro años de fundada, ha sido un espacio de trabajo colaborativo entre académicos que, desde sus particulares áreas y distintos enfoques teóricos, abordan el tema educativo, la mayoría son docentes de todas las facultades y preparatorias de la UANL preocupados por su trabajo en el aula y fuera de ella.
El presente escrito muestra los argumentos para iniciar una investigación sobre el desafío y la complejidad que implica esta red interdisciplinaria, tanto para sus miembros como para el desarrollo del conocimiento en la UANL. También significa recoger aquellas experiencias que para poder aprovechar la forma en la que las distintas áreas del saber y el quehacer humano son fertilizadas mutuamente pudiendo realizar un trabajo multidimensional en una red fluida de interconexión académica. Estas colectividades se convierten en uno de los principales activos dentro de la institución para generar y difundir conocimiento. Es por ello que pretendemos explorar la percepción que tienen los miembros de la RIE sobre los logros, dificultades y retos que plantea la interdisciplinariedad en las actividades e investigaciones que se están realizando.
¿Qué son las redes del conocimiento?
Éstas surgen de la necesidad de generar una capacidad para innovar. Luis Porter (3) define el concepto como un intercambio de ideas y de diálogo en el que participan personas con distintos puntos de vista pero dirigidas hacia el mismo objetivo, por eso “constituyen la máxima expresión del hombre como productor de conocimientos”, (4) de ahí que surja la necesidad de intercambiar, compartir y transferir lo que se crea a partir de ellas.
Castañeda y Pérez (5) definen las redes de conocimiento como una relación intergrupal de búsqueda de objetivos comunes mediatizados por el desarrollo del conocimiento y el intercambio de información. Este tipo de trabajos es importante para la creación de nuevos conocimientos. (6) Una red de conocimiento es un grupo multidisciplinario de personas e instituciones que se asocian para investigar o desarrollar proyectos, su finalidad es mejorar la calidad del trabajo académico y científico. Esto sólo es posible si los actores se fundamentan en principios como la solidaridad y la integración constructiva para: (7)
• Promover el intercambio de información.
• Compartir metodologías y prácticas de trabajo.
• Colaborar en la capacitación, investigación y desarrollo basado en el intercambio.
La construcción de una red del conocimiento requiere el desarrollo de estrategias de comunicación para mejorar y aportar elementos que renueven los procesos de enseñanza y de aprendizaje de dicha institución, esto implica una gran complejidad porque el fenómeno abarca no sólo las áreas dedicadas a la conducta humana desde el punto de vista cognitivo, sino también los contextos sociales e institucionales donde se desarrolla esta actividad.
Complejidad de la realidad
Las instituciones de enseñanza superior son espacios de convergencia de distintas disciplinas que necesariamente desarrollan campos de investigación específicos, pero además conforman comunidades académicas que deben propiciar el debate científico y el intercambio para comprender la realidad en toda su complejidad. Es por esto que abordaríamos nuestro estudio a partir de dos líneas teóricas: una basada en los estudios sobre complejidad, (8) y la otra, desde el campo de las representaciones sociales, con el fin de explicar los procesos colectivos de concebir y representar la realidad ligada a prácticas sociales específicas. (9)
Morín (8) afirma que la complejidad no se rige por leyes inmutables, es dinámica, no es lineal ni estable, por lo tanto es imprevisible y las interconexiones entre los elementos que la constituyen producen nuevas propiedades que no tienen los elementos individuales. La realidad no se compone sólo de elementos de un cierto orden ni se puede reducir a elementos simples. No hay explicaciones sencillas para los hechos y fenómenos contemporáneos: el cambio climático, los desastres naturales, la pobreza, la desigualdad, los conflictos internacionales, el fundamentalismo, entre otros. La magnitud de éstos y sus múltiples causas y consecuencias generan para los científicos sociales más preguntas que respuestas y nos enfrenta a la incertidumbre.
En el intento de comprender y explicar el mundo, la ciencia clásica ha seguido los principios deterministas y reduccionistas que dominaron y siguen influyendo en la investigación científica y en la educación. Pero cuando el nuevo siglo entró en crisis, la única forma de aproximarse al conocimiento fue a través de una realidad más compleja e incierta.
Para Morín (8) el pensamiento complejo tiene características propias:
1) Autonomía-dependencia, concibe la realidad como un sistema de partes integradas entre sí que se autoorganizan.
2) Dialogismo que asocia dos términos antagónicos y a la vez complementarios sin descartar a ninguno, permitiendo la dualidad dentro de la unidad: orden-caos, naturaleza-crianza, especialización-totalidad, simplicidad-complejidad, etcétera.
3) Recursividad, según la cual el producto o efecto es también causa de aquello que lo produce.
4) Y es hologramático, no sólo ve las partes, ni sólo ve el todo, distingue las partes en el todo y el todo en las partes.
Esta nueva forma de aproximarse a la realidad ofrece una comprensión más completa del mundo y del conocimiento haciendo énfasis en lo desconocido y en las preguntas más que en las soluciones.
Disciplinariedad, interdisciplinariedad y transdisciplinariedad
En la historia de la ciencia hubo un momento en que fue necesario hacer una separación del conocimiento para organizarlo y transmitirlo.10 Sin embargo, en la actualidad, la comprensión y solución de los problemas requieren enfocarse en la convergencia de las disciplinas acuñando para ellos nuevos conceptos:
Interdisciplinariedad, que se refiere al acercamiento a la realidad desde diversas miradas para desentrañar sus distintas dimensiones, implica la acción recíproca, la aportación de interpretaciones particulares y la transferencia de métodos entre las disciplinas o ramas del saber. (11)
Transdisciplinariedad, que trasciende la fragmentación del conocimiento y trata de integrarlo, supera la interdisciplinariedad al aportar una mirada global, no parcelada, sino un panorama de los distintos niveles de la realidad considerada como unidad.
El pensamiento complejo se genera en la acción simultánea de varios niveles y elementos de la realidad, se nutre de los conocimientos de las diversas disciplinas a la vez que les aporta una visión más amplia, es así que están surgiendo saberes integrados, como la bioética. La disciplinariedad, la interdisciplinariedad y la transdisciplinariedad son complementarias. (10)
La teoría de las representaciones sociales
Explorar en las percepciones de los seres humanos es siempre una aproximación compleja, sin embargo, el supuesto base de este trabajo es el reconocimiento de que las acciones que los individuos desarrollan en su entorno, real o virtual, constituyen procesos cargados de gran complejidad porque involucran su subjetividad.
La teoría de las representaciones sociales busca acceder a las formas interiorizadas de la cultura, especialmente a las creencias y prácticas. No es posible entender los fenómenos educativos recurriendo a determinismos, sino que se pretende analizar las prácticas en este campo como manifestaciones de una multiplicidad de condicionantes.
Moscovici (12) define las representaciones sociales como una modalidad particular del conocimiento, cuya función es la elaboración de los comportamientos y la comunicación entre los individuos. Las representaciones sociales son modalidades de pensamiento orientados hacia la comunicación, la comprensión y el dominio del entorno social. Los estudios desarrollados por Moscovici (9) permitieron distinguir dos procesos primordiales que posibilitaron la explicación de cómo lo social podía transformar un conocimiento en representación colectiva:
La objetivación permite un intercambio entre percepción y concepto. Al ubicar en imágenes las abstracciones, se da una textura material a las ideas y se hace una correspondencia entre las cosas con las palabras, dando cuerpo a esquemas conceptuales.
El anclaje está relacionado con la intervención social traducida en el significado y la utilidad que le son otorgados. Los estudiosos de las representaciones sociales las definen como un “cuerpo organizado” de conocimientos que es reconocido en el contexto donde se encuentra el sujeto. Funciones básicas que cumplen las representaciones según Ibáñez: (13)
• Tienen un papel importante en la comunicación social; se pueden tener posiciones similares o diferentes, pero siempre se requiere una comunicación entre sujetos para tomar posturas.
• Ayudan a integrar novedades en el pensamiento social; cuando aparece un conocimiento nuevo permite incorporarlo a su realidad de manera que parezca familiar.
• Configuran identidades y grupos, nos ayuda a acercarnos a quienes comparten la misma visión del mundo, otorgando confianza acerca de la validez de los criterios individuales para construir una identidad.
• Generan posturas para orientar nuestras acciones; las representaciones son una vía por la cual se toma posición para conducirse.
Estas cuatro funciones se encuentran involucradas con el conocimiento de sentido común que se practica en la vida cotidiana.
Para Denise Jodelet (14) la representación que elabora un grupo sobre lo que debe llevar a cabo define objetivos y procedimientos para sus miembros, es decir, le otorga al grupo una significación y una guía para la acción en un contexto determinado.
En resumen, “nuestro proyecto”
Implica conocer cómo se da la producción de conocimientos relevantes entre disciplinas en el marco de Red de Investigación Educativa de la UANL. El proceso metodológico que se sigue es de corte exploratorio, a través de un estudio de caso. (15) Para poder entender su funcionamiento y conformación, se analizan vídeos de las reuniones que el grupo ha tenido a lo largo de su proceso y se complementan con entrevistas realizadas a una muestra de sus miembros.
Sobre el inicio de esta red tenemos que en 2011, el Departamento de Investigación Educativa, en atención a uno de los quince propósitos de la Visión 2020 de la UANL (16) –el cual establece que “…es de vital importancia el fortalecimiento de las líneas de investigación y el impulso a la colaboración multi, inter y transdisciplinaria…”– crea la Red de Investigación Educativa de la UANL cuyos principales objetivos son:
• Promover la investigación de temas educativos para identificar problemas críticos y áreas de oportunidad que permitan impulsar la calidad en la educación, procurando su difusión, publicación e impacto en soluciones reales.
• Conformar un espacio interinstitucional que propicie el desarrollo del trabajo colaborativo de investigación en el campo de la educación.
• Vincular investigadores, estudiantes y cualquier persona interesada en el estudio de la educación, mediante la creación de espacios reales y virtuales de contacto permanente (foros, eventos académicos, sitio web, etcétera).
• Establecer comunicación y colaboración con Instituciones privadas y públicas así como otras organizaciones y redes comprometidas.
La RIE está conformada por académicos de distintas instancias de la UANL interesados en el tema de investigación educativa y organizada por 12 subdisciplinas educativas para poder desarrollar transversalmente sus proyectos de análisis (para mayor información ver http:/ /www.reddeinvestigacioneducativa.uanl.mx/).
Esperamos que este estudio ayude a iniciar un proceso de sistematización para poder recuperar la experiencia y el conocimiento que ha ido acumulando este espacio compartido con toda la riqueza de una red interdisciplinaria.
* Universidad Autónoma de Nuevo León.
Contacto: magda.garcíaq@uanl.mx
Referencias
1. López, S. (2010) “Cuerpos académicos: factores de integración y producción de conocimiento”. Revista de Educación Superior. Vol.39 no.155 México: ANUIES. Recuperado el 31 de marzo de 2015 en http://www.scielo.org.mx/ scielo.php?script=sci_arttext&pid=S0185- 27602010000300001
2. Cabezas, A. y Bravo, S. (2010). Redes avanzadas en Amé- rica Latina: Infraestructuras para el desarrollo regional en ciencia, tecnología e innovación. Clara 2010: BID.
3. Porter L. (2012).El Libro de la Universidad imaginada. México: Universidad Autónoma Metropolitana.
4. Pérez Rodríguez, Y. y Castañeda Pérez, M. (2009). Redes de conocimiento. Ciencias de la Información, 40(1) 3- 20. Recuperado el 13 de mayo de 2015 en http:// www.redalyc.org/articulo.oa?id=181421573001
5. Castañeda, M. y Pérez Y. (2005). Aspectos teórico-conceptuales sobre las redes y las comunidades virtuales de conocimiento. ACIMED. 13(6),
6. Faloh, B. (2002). Gestión del conocimiento: concepto, aplicaciones y experiencias. La Habana: Empresa de la Gestión del Conocimiento y La Tecnología. Cuba.
7. Lopera, H. (2000). Integración de redes de conocimiento: una responsabilidad de la biblioteca universitaria. Sexto Congreso Nacional de Bibliotecnología y Documentación. Santafé de Bogotá.
8. Morín, E. (1996). Introducción al Pensamiento Complejo. Barcelona: Gedisa.
9. Wagner, W y Hayes (2011) El discurso de lo cotidiano y el sentido común. La teoría de las representaciones sociales. México: UNAM. 10. Morín, E. (1998). Sobre la Interdisciplinariedad. Publicaciones Morinianas. Recuperado el 3 de enero de 2015 en http://www.edgarmorin.org/publicaciones-morinianas. html 11. Pérez, N. y Setién, E. (2008) La interdisciplinariedad y la transdisciplinariedad en las ciencias. Una mirada a la teoría bibliológico-informativa. Acimed. 2008; 18(4). Recuperado el 3 de enero de 2015 en http://bvs.sld.cu/ revistas/aci/vol18_4_08/aci31008.htm 12. Moscovici, S. (1985). Psicología Social, II. Pensamiento y vida social y problemas sociales. España: Paidós.
13. Ibañez, T. (1988). Ideologías de la vida cotidiana. Barcelona, España: Sendai.
14. Moscovici S. Psicología Social II: Pensamiento y vida social: psicología social y problemas sociales. Barcelona: Ediciones Paidós Iberoamérica, S.A.
15. Yin R. (2014). Case Study Research. EE.UU: Sage.
16. UANL (2011). Modelo Educativo. Recuperado el 30 de marzo del 2012. Tomado de http:// www.reddeinvestigacioneducativa.uanl.mx
17. Albric, J. (2004). Prácticas sociales y representaciones. México: Ediciones Coyoacán.
18. Carvajal, Y. (2010). “Interdisciplinariedad: desafío para la educación superior y la investigación”. Revista Azul. Universidad de Caldas. Recuperado el 3 de enero de 2015 en http://www.scielo.org.co/pdf/luaz/n31/n31a11.pdf
19. Morín, E. (1999). Los Siete Saberes Necesarios para la Educación del Futuro. UNESCO.
20. Secretaría de Educación Pública (2001). Programa Nacional de Educación 2001–2006. Recuperado el 31 de marzo de 2015 en: http://planipolis.iiep.unesco.org/upload/ Mexico/Mexico%20Programa%20nacional%20 de%20educacion%202001-2006.pdf