Bioetanol de agave lechuguilla

bioetanol

El agave lechuguilla es una especie distribuida en diferentes estados de la región noreste de México, en un área estimada en 20 millones de hectáreas, casi 10% de la superficie del territorio nacional.
Actualmente, la Facultad de Ciencias Químicas de la Universidad Autónoma de Coahuila (Uadec), a través del Departamento de Biotecnología, desarrolla un proyecto para la producción de bioetanol carburante a partir de biomasa de agave lechuguilla, en la región noreste de México, en busca de impulsar el uso de biocombustibles.

Los biocombustible son producidos de materiales orgánicos renovables como plantas y residuos de animales. La bioenergía cubre alrededor de 10% de demanda de energía a nivel mundial. A futuro se contempla que el uso de biocombustibles sea una tendencia irreversible como parte de un desarrollo sustentable, lo que permita dejar la dependencia de combustibles fósiles.

Este agave tiene la peculiaridad de contar con una parte de la planta conocida como cogollo, el cual está formado por las hojas más tiernas de la planta, agrupadas al centro de ésta. El cogollo se regenera en periodos de tiempo que dependen de las condiciones de cultivo y su corte promueve una mayor vida de la planta. A diferencia de las especies de agave utilizadas para la fabricación de bebidas alcohólicas, en que se sacrifica la vida de la planta, esta propuesta asegura el aprovechamiento sustentable de la planta, permitiendo llevar a cabo cosechas escalonadas durante todo el año.

El proceso de producción de bioetanol carburante, a partir de agave lechuguilla, está conformado por tres etapas principales: etapa 1) pretratamiento, consiste en el fraccionamiento del material para incrementar la disponibilidad de la celulosa; etapa 2) sacarificación enzimática, en la cual los azúcares simples (glucosa) son liberados de la celulosa; y etapa 3) fermentación, en que la glucosa en los hidrolizados enzimáticos es convertida a etanol.

La investigación, financiada por el Fondo Sectorial Sagarpa-Conacyt, en la actualidad ya desarrolló toda la tecnología de producción, pues la propuesta es el uso de mezclas de gasolina con al menos 5.8% de etanol.

Junto con el Instituto Nacional de Investigaciones Forestales, Agrícolas y Pecuarias (INIFAP) Saltillo, se obtuvo la información agronómica de la planta, se desarrollaron mapas de áreas potenciales para el establecimiento de tipo comercial. Además, se escogieron los ecotipos con mayor potencial para la producción de bioetanol, tanto en contenido químico de celulosa, y los ecotipos que dan mayor rendimiento en biomasa.

Por el momento, se simula el proceso, el cual se alimenta con todos los datos experimentales que se han recabado en las etapas anteriores, y con el propósito de obtener el análisis económico del proceso. Asimismo, se buscan alternativas de aprovechamiento de todos los subproductos del proceso de producción de bioetanol, por ejemplo, los residuos del proceso de destilación.

(Jessica Martínez Flores)
Fuente: http://www.conacytprensa.mx/