Plutón y Caronte vistos de cerca por New Horizons
CIENCIA UANL / AÑO 18, No. 74, JULIO-AGOSTO 2015
Desde el punto de vista estrictamente científico, además de estudiar las características detalladas de Plutón y su gran satélite Caronte, New Horizons proporciona una visión cercana de objetos que forman parte del Cinturón de Kuiper, una región del sistema solar más allá de los planetas gigantes y ocupada por una multitud de objetos de tamaño diverso y naturaleza diferente.
Aparte del evidente interés científico, la gesta de la nave New Horizons tiene un significado simbólico enor- me. Esta misión constituye un auténtico viaje de exploración a las fronteras planetarias del sistema solar. Inde- pendientemente de que se acepte o no la designación de Plutón como planeta enano (en lugar de como planeta de “pleno derecho”) planteada y votada por la Unión Astronómica Internacional, su destacada posición en la historia de la ciencia justifica por sí misma su exploración científica.
Las imágenes de Plutón y Caronte, enviadas los días antes del encuentro, ya sugerían que estábamos ante dos cuerpos con una historia geológica compleja. Por eso, la excitación de la comunidad científica planetaria ha au- mentado progresivamente a medida que lo hacía la resolución de las imágenes.
Las últimas fotografías tomadas de Plutón antes del encuentro presentan a un cuerpo con una gran variedad de terrenos geológicos sobre su superficie; aunque, lamentablemente, la falta de detalle no permite precisar mucho la naturaleza de los mismos. Las estructuras más evidentes son una muy brillante en forma de corazón – que debe de ser muy reciente, porque no se observan grandes cráteres de impacto sobre ella– y una banda de terrenos muy oscuros situada aproximadamente en el ecuador.
En el planeta también hay numerosos indicios de actividad interna, como abundantes depresiones alarga- das que parecen cañones formados por grandes fracturas en la corteza de este cuerpo. Uno de los primeros resultados obtenidos a partir de las imágenes de alta resolución es el descubrimiento de montañas de hasta 3.5 km de alto, en una zona desprovista de cráteres de impacto. Esto revela que algunas regiones de Plutón podrían mantenerse activas en la actualidad.
En cuanto a Caronte, impresionan las primeras imágenes de cierto detalle, que revelan un satélite con una superficie muy moderna (está casi desprovista de cráteres de impacto), afectada por grandes cañones, y que parece dividirse en dos tipos de terrenos: uno más rugoso al norte y otro más liso al sur, separados por un conjunto de barrancos y cañones de unos mil kilómetros de longitud.
En cualquier caso, tanto Plutón como Caronte son mundos de pleno derecho, cuyo estudio es fundamental para comprender la evolución de nuestro sistema solar. (Fuente: Universidad Complutense de Madrid)