Vol. 27 Núm. 124 (2024): marzo-abril 2024
En los últimos años hemos sido testigos de avances significativos en la participación de las mujeres en el ámbito científico, con lo que se ha marcado una nueva era de inclusión y diversidad en la búsqueda del conocimiento. Sin embargo, aún enfrentamos desafíos persistentes que requieren una atención continua y un compromiso renovado con la igualdad de género.
Históricamente, las mujeres han desafiado las barreras que limitaban su acceso y reconocimiento en el mundo científico. Roles de género, falta de modelos a seguir y discriminación son sólo algunos de los obstáculos que han detenido el progreso de muchas que aspiraban a contribuir al avance del conocimiento. Pero hoy, a pesar de estos desafíos persistentes, las mujeres están rompiendo esas barreras y dejando una impronta indeleble en la ciencia moderna.
Sin duda alguna, uno de los cambios más alentadores es el aumento en la visibilidad femenil en posiciones científicas destacadas. Desde los estudios simbólico-culturales hasta la microtecnología, las mujeres demuestran que la excelencia en la investigación no tiene género.
En Ciencia UANL nos alegra ser parte de este avance, de este camino colectivo que visibiliza, promueve y divulga la importante labor que hacen las científicas, especialmente las mexicanas. En nuestro caso, las convocatorias para los números de Mujeres en la Ciencia han tenido un recibimiento histórico, tan sólo el año pasado nos vimos en la necesidad de implementar una nueva metodología para el proceso editorial debido al extraordinario recibimiento que tuvimos de la comunidad. Los artículos que por falta de espacio no fueron incluidos en la edición de marzo-abril 2023, fueron acogidos en los números temáticos subsiguientes, logrando así –a cuatro años de nuestro primer número de Mujeres en la Ciencia– la paridad de género en la publicación.
Estoy convencida de que la diversidad de perspectivas es un motor para la innovación que aporta una riqueza de enfoques y soluciones a los desafíos que enfrenta la humanidad. La ciencia es más fuerte y más efectiva cuando se nutre de la variedad de experiencias y talentos que aportan los distintos tipos de personas. Por lo cual, la igualdad de género en la ciencia no es sólo un objetivo ético, sino una necesidad pragmática para aprovechar plenamente el potencial humano. La participación de las mujeres en la ciencia es más que una cuestión de justicia social, es una cuestión de eficiencia y excelencia científica.
Desde este espacio editorial celebremos los logros alcanzados; no obstante, mantenemos la mirada en el horizonte de la igualdad total. La ciencia moderna debe ser un espacio en el que todas las mentes brillantes tengan la oportunidad de contribuir y donde la innovación florezca sin restricciones de género. El futuro de la ciencia es diverso, depende de todas y todos asegurar que sea verdaderamente inclusivo.
Este número es de ustedes, las que han resistido y luchado por cada espacio, cada investigación, laboratorio, campo, artículo, libro… Gracias, sepan que están haciendo camino para todas al andar.
Melissa del Carmen Martínez Torres *Universidad Autónoma de Nuevo León, San Nicolás de los Garza, México. Contacto: melissa.martinezt@uanl.mx