La casa de monseñor Verger
Abstract
Considerando la “cultura del miedo” que se vive actualmente –2019– en la ciudad de Monterrey, por la saturación de notas rojas en los medios masivos de comunicación y los testimonios directos de conocidos cercanos exaltando la violencia y elevando el índice de inseguridad a todo lo que da la imaginación, me he incluido a la práctica social de sólo contestar el teléfono personal a aquellas llamadas de conocidos y con registro en el directorio adjunto, salvo algunas excepciones. De seguro Martha Ávalos, delegada en la región del Instituto Nacional de Antropología e Historia – INAH–, entendió, sin ninguna aclaración al respecto, que le contestara después de haber hecho varios intentos antes de lograrlo. Me llamó a finales de febrero para invitarme a que me encargara de explicar el valor patrimonial del Museo “El Obispado” a los visitantes que, celebrando el Día del Patrimonio en Nuevo León, acudirían a él, el domingo 10 de marzo para explorar y disfrutar sus instalaciones. Acepté de inmediato, sin pensarlo dos veces, por tantos lazos que me atan de siempre con el edificio en cuestión.