Luciérnagas declaradas en peligro de extinción

Apenas el año pasado la Unión Internacional para la Conservación de la Naturaleza añadió 1,840 nuevas especies a la lista roja, elevando así la cifra a 30,178 especies en peligro de extinción. Cada vez es mayor el número de especies que entran a engrosar esta lista: los pingüinos de galápagos, los conejos, el rinoceronte blanco y ahora las luciérnagas.

El creciente uso de pesticidas, la proliferación de la luz artificial y la falta de hábitats para estos insectos, están llevando a que cada vez se vea un menor número de luciérnagas iluminando los bosques y las áreas rurales. Expertos explican que en el mundo hay apenas dos mil tipos de estos animalitos, por lo que se deben buscar alternativas tendientes a lograr su supervivencia.

Tanto las hembras como los machos de esta especie usan sus luces para comunicarse el uno con el otro, ya sea para aparearse o mantenerse alejados de intrusos en sus territorios; e inclusive, los destellos de sus luces pueden estar coordinados para comunicar ciertos mensajes entre sus grupos. No obstante, las luces artificiales de la calle, los hogares e inclusive de los automóviles, han provocado que este tipo de comunicación entre las luciérnagas se haga cada vez más difícil, lo que a su vez reduce la posibilidad de aparearse y continuar con la especie.

La investigación, realizada por Sara Lewis, profesora de biología en la Universidad de Tufts, y publicada en la revista Bioscience, mostró casos específicos, como la luciérnaga de Malasia (Pteroptuxtener), famosa por sus exhibiciones intermitentes y sincronizadas en su cortejo de apareamiento, que necesita manglares y las plantas para su reproducción, sin embargo, en ese país los manglares se han convertido en plantaciones de aceite de palma y granjas acuícolas, lo que ha puesto en riesgo la supervivencia de estos insectos.

En resumen, el crecimiento de las ciudades es la amenaza más crítica para la supervivencia de las luciérnagas en la mayoría de las regiones geográficas, seguida de la contaminación lumínica y el uso de pesticidas.

Frente a esta alarmante situación, cada vez hay más santuarios de luciérnagas que permiten reestablecer la colonia de los insectos, uno de estos parques es el de Wuhan, en la provincia china de Hubei, o inclusive el Santuario de luciérnagas en Nanacamilpa de Mariano Arista, Tlaxcala, México.

 

Fuente: abcnoticias.mx, ecoosfera.com