Día internacional del Síndrome de Asperger

Desde 2007, el 18 de febrero se celebra el Día Internacional del Síndrome de Asperger. Esta fecha coincide con el aniversario del nacimiento de Hans Asperger, quien descubrió este síndrome.

Hans Asperger, pediatra austriaco, planteó esta variante del espectro autista en su tesis doctoral mientras trabajaba en el Hospital Infantil Universitario de Viena. Su investigación se basó en el estudio del comportamiento de cuatro niños que presentaban características similares. El pediatra llamaba a estos niños “pequeños profesores”, debido a la gran inteligencia y dominio que mostraban sobre un tema concreto que resultaba de su interés personal.

Su tesis fue publicada en 1944 en alemán, pero no sería hasta 1981, justo un año después de su muerte, que Lorna Wing, psiquiatra británica, retomó los estudios del pedíatra austriaco y utilizó por primera vez el término “síndrome de Asperger” para referirse a esta variante del autismo. El nombre se extendió rápidamente y en el año del centenario del nacimiento de Hans Asperger sería declarado año Internacional del Síndrome de Asperger.

La fecha pretende sensibilizar a la sociedad ante este tipo de autismo, de origen neurológico, que provoca un trastorno en el desarrollo humano. Se trata de un síndrome muy frecuente que afecta a uno de cada 150 nacidos; sin embargo, es poco conocido entre la población.

El Síndrome de Asperger incluye un conjunto de alteraciones en la interacción social, la comunicación y los intereses, y supone una discapacidad para relacionarse socialmente que provoca conductas poco adaptativas y dificultades para desenvolverse.

Una persona con asperger no reconoce el lenguaje corporal ni el tono de voz, tiene dificultades para hacer amigos y le resulta difícil  interpretar las acciones y pensamientos de los demás. Sin embargo, las personas con esta condición poseen una inteligencia normal o incluso superior a la media, les resulta difícil comprender las reglas sociales por lo que, a veces, pueden comportarse de manera diferente al resto.

Una adecuada identificación y atención temprana, un buen ambiente familiar, una adecuada respuesta educativa, una alta capacidad intelectual y de aprendizaje, son factores que predicen un mejor ajuste social, personal y emocional en la vida adulta. Por todo eso, resulta esencial que el síndrome de Asperger se identifique y diagnostique de la manera más temprana posible, y que se asegure el acceso a los apoyos especializados e individualizados que cada persona precise también lo antes posible y a lo largo de su vida

Se debe comprender que su comportamiento no es intencionado, refleja una manera distinta de comprender y desenvolverse en el mundo. Ante lo anterior, es de suma importancia visibilizar el síndrome de Asperger para ofrecer un desarrollo integral dentro de ámbitos como el educativo y el profesional, y de este modo vincular la práctica de una detección precoz para ofrecer una red de apoyo que permita una incorporación social.

 

Fuente: autismo.org.es, coopeande1.com, elpais.com