Problemas en el embarazo incrementan probabilidad de esquizofrenia en los hijos

 

Sabías que la esquizofrenia es una enfermedad cerebral compleja en la que existe un funcionamiento defectuoso de los circuitos cerebrales con un desequilibrio entre los neurotransmisores. Como resultado de ello, se ven afectadas algunas de las funciones que rigen el pensamiento, las emociones y la conducta, y que generalmente aparece en adultos jóvenes. Te cuento que, durante décadas, los investigadores han observado que las personas cuyas madres pasan por embarazos complicados, tienen tasas más altas de esquizofrenia, pero nadie sabía a qué se debía. De alguna manera ¿podrían los embarazos traumáticos comprometer el desarrollo del cerebro del feto, causando la esquizofrenia? ¿O es al revés: los genes que causan la esquizofrenia también dan lugar a reacciones adversas en el útero?

Ahora, por primera vez, los científicos tienen pruebas de que las complicaciones graves del embarazo pueden activar ciertos genes de la esquizofrenia. Los resultados tienen implicaciones importantes para futuras investigaciones sobre cómo ciertos acontecimientos en el embarazo de una mujer pueden cambiar la forma en que los genes de su hijo se comportan.

El estudio, publicado en Nature, describe cómo un equipo de investigadores del Instituto Lieber para el Desarrollo Cerebral, en Baltimore, estudió a una población de 2,038 personas con esquizofrenia y 747 sin la enfermedad. Se analizó la composición genética de los participantes, en busca de la presencia de ciertos genes que están asociados con el trastorno. Luego, se realizó un análisis cruzado con los hallazgos genéticos de historias clínicas detalladas de los embarazos de los participantes de las madres, en busca de complicaciones graves como la preclamsia, restricción del crecimiento, rompimiento de la fuente antes de tiempo y una cesárea de emergencia. El equipo encontró que entre las personas que llevan los genes de la esquizofrenia, las tasas de la enfermedad real eran cinco veces más comunes en aquellos cuyas madres habían experimentado problemas con el embarazo.

Los investigadores rastrearon la conexión a la placenta, el órgano formado durante el embarazo para transportar oxígeno y nutrientes al feto en desarrollo. Alrededor de un tercio de los genes asociados con la esquizofrenia se encuentran en la placenta, y las personas que portan esos genes eran especialmente propensos a desarrollar esquizofrenia cuando había una complicación del embarazo. “Nosotros creemos que esto es fundamentalmente un factor ambiental”, dice el psiquiatra Daniel Weinberger, autor principal del estudio y director general del Instituto Lieber. “Cuanto más se inflama la placenta, más los genes de la esquizofrenia se excitan”.

Es importante tener en cuenta que incluso en el grupo que tenía genes de ambos factores de riesgo –la esquizofrenia y madres con embarazos problemas–, la tasa global de la esquizofrenia era todavía de 15 por ciento, en comparación con menos de uno por ciento en la población general.

La implicación más amplia de la nueva investigación, es que resalta la importancia de la placenta, “el órgano más descuidado en el cuerpo humano” (fuente: El Espectador).