Nuevo “sudoku” para perros mayores

CIENCIA UANL / AÑO 21, No. 88 marzo-abril 2018

Decía mi abuelito que “chango viejo no aprende maroma nueva”, y esto puede aplicarse a esta nota, pero en lugar de mono, diríamos perros. Mucha gente cree que estos animalitos entre más edad, tienen menos capacidad de aprender. Sin embargo, Lisa Wallis, del Senior Family Dog Project de la Universidad ELTE (Budapest, Hungría), asegura que a pesar de las limitaciones físicas, los perros mayores son capaces de seguir aprendiendo, lo que puede ralentizar el ritmo natural del deterioro mental debido a la vejez. Pero, contrariamente a los cachorros y a los ejemplares más jóvenes, a los canes viejos no se les estimula mentalmente porque al moverse cada vez menos, inconscientemente reducimos el nivel de entrenamiento.

Para seguir ofreciendo desafíos a los canes mayores, el equipo científico, liderado por la Universidad de Medicina Veterinaria de Viena (Austria), propone una serie de juegos por ordenador como alternativa, uniendo tareas mentales simples con un sistema de recompensa.

Según los autores del estudio publicado en la revista ACM Digital Library, estos ejercicios mentales podrían reemplazar una actividad física demasiado exigente para estas mascotas mayores. Pero por ahora, el proyecto está aún en el laboratorio.

El entrenamiento, que requiere cierta preparación por parte de las mascotas, se basa en la resolución de rompecabezas a través de pantallas táctiles. Una vez que los animales entienden y se acostumbran al funcionamiento se convierten en fervientes jugadores.

Durante el envejecimiento, las mascotas tienden a olvidar lentamente lo que han aprendido a lo largo de su vida. Pero los científicos aún no saben si esto se debe a los efectos de la edad. La propuesta de juegos a través de pantallas táctiles podría contrarrestar así esta falta de memoria. Los juegos, basados en tareas simples, no sólo les estimulan mentalmente, sino que también crean en ellos emociones gracias a la interacción y la recompensa.

Los autores esperan que este estudio motive a técnicos y desarrolladores de software, y a los dueños de perros interesados (fuente: SINC).