¿Ceres puede albergar vida?

CIENCIA UANL / AÑO 19, No. 82, NOVIEMBRE-DICIEMBRE 2016

Un día, platicando con un amigo, me contaba un sue- ño que había tenido meses atrás, en él, dijo, la Tierra explotaba; ¡zaz!, yo creo que cenó mucho ese día. Lo curioso del caso es que según él, toda la gente (o bueno, la que podía costearse el viajecito, como en la película 2012), se iba a vivir a Marte, porque, según él, escuchó que el planeta rojo podía albergar vida.

Bueno, la idea no es tan descabellada, muchos científicos se han dedicado precisamente a eso, a buscar planetas en los cuales se pueda desarrollar y sustentar la vida como en la Tierra. De hecho, el sueño de mi amigo no estaba tan mal, toda vez que hace pocos días, científicos italianos y estadounidenses informaron que en la superficie del planeta enano Ceres, el mayor de los objetos del cinturón de asteroides que se mueve entre las órbitas de Marte y Júpiter, han encontrado un material orgánico alifático, formado por compuestos de carbono de cadena abierta implicados en la química que genera la vida.

Para realizar el estudio, los investigadores, encabezados por María Cristina de Sanctis, del Instituto Nacional de Astrofísica de Roma, han utilizado los datos del espectrómetro cartográfico de luz visible e infrarrojo de la nave Dawn de la NASA, mientras sobrevolaba un territorio, de unos 1.000 km2 , en el entorno del cráter Ernutet del planeta enano. En esa zona se ha detectado un material con longitudes de onda características de los grupos metilo (CH3 ) y metileno (CH2 ), propios de la materia orgánica. Aunque todavía no se dispone de información suficiente para determinar exactamente de qué compuestos se trata, se sabe su parecido a minerales orgánicos tipo alquitrán, como la asfaltita o el kerite.

Los investigadores consideran que el material orgá- nico es nativo de Ceres. Como este cuerpo planetario contiene gran cantidad de agua y puede haber retenido calor interno desde su etapa de formación, es muy probable que los compuestos orgánicos se generaran en su interior. Después se pudieron unir a otros componentes esenciales para la vida.

De Sanctis y el resto del equipo proporcionan las primeras observaciones de material orgánico en Ceres, confirmando su presencia en el cinturón de asteroides. Este planeta enano se une así a Marte y varias lunas de planetas gigantes (como Europa, Encelado o Titán) en la lista de lugares del sistema solar que pueden albergar vida (Fuente: Science).