Portugal y su diversidad de dinosaurios

CIENCIA UANL / AÑO 19, No. 82, NOVIEMBRE-DICIEMBRE 2016

Seguramente has escuchado en más de una ocasión que investigadores, en algún sitio del mundo, descubrieron o encontraron los huesos fosilizados de ciertos animales, los cuales han llamado dinosaurios; según la cantidad de huesos encontrados, se procede a reconstruir el ejemplar, luego se hacen estudios y se llegan a ciertas conclusiones, entre otras si andaban en manadas, si pertenecen a algún grupo o si tienen parentesco con especies encontradas en otras regiones. En algunos lugares del mundo se han encontrado más especies que en otros, por ejemplo, en la costa de Portugal, el estudio de más de 60 dientes de saurópodos (dinosaurios de cuello largo y cabeza pequeña, como el cuellilargo de la película Parque Jurásico) del Jurásico Superior (hace entre 161 y 145 millones de años), sugiere que a pesar de que el número de especies registradas es mucho menor que en América del Norte para el mismo periodo, la disparidad de grupos que habitaron la cuenca lusitánica pudo haber sido mayor. Mientras que en Norteamérica existen más especies que se incluyen en tres grandes grupos –diplodócidos, camarasáuridos y braquiosáuridos–, tanto en España como en Portugal se registra un grupo más, los turiasaurios.

En un estudio publicado en Papers in Palaeontology, un equipo de especialistas busca conocer mejor la diversidad de los dinosaurios saurópodos en la península ibérica mediante la descripción detallada de los distintos tipos de dientes y su comparación con el registro conocidos en España, América del Norte y África.

El equipo de paleontólogos portugueses y españoles ha reconocido, a partir de la forma general y algunos caracteres microscópicos de la superficie, cuatro tipos de dientes que se asocian a distintos saurópodos: dientes con forma de corazón (turiasaurios), dientes con forma de lápiz (diplodocoideos), dientes en forma de cuchara (camarasáuridos) y dientes en forma de espátula o de cincel (braquiosáuridos). Una diversidad congruente con la que se ha propuesto en los últimos años a partir de restos esqueléticos.

La investigación se basa fundamentalmente en una colección de material depositada en la Sociedade de História Natural en Torres Vedras, Portugal. El estudio ha sido liderado por el paleontólogo portugués Pedro Mocho del Natural History Museum of Los Ángeles County (EE.UU.) con la colaboración de investigadores del Grupo de Biología Evolutiva de la UNED, de la Fundación Conjunto Paleontológico de Teruel-Dinó- polis, de la Sociedad de História Natural, del Instituto Don Luiz y del Museu Nacional de História Natural e da Ciência (Portugal) (fuente: UNED LAAB).