La misofonía: la molestia constante que padecen algunos oídos.

¿Alguna vez en un restaurante te han molestado los sonidos que produce la gente al masticar sus alimentos?, o ¿el carraspeo de una persona para aclarar su garganta?, ¿te ha molestado excesivamente alguna vez un sonido? Si tu respuesta a las anteriores interrogantes es afirmativa, es posible que padezcas misofonía. El término misofonía, en sentido literal, significa “odio al sonido”, y se produce como una respuesta de nuestro sistema nervioso a determinados sonidos que consideramos habituales, desde el crujir de una puerta hasta el escuchar la respiración de alguien más.

La misofonía o también llamada síndrome de sensibilidad al sonido (SSS), se origina debido a  una hiperactivación anormal del sistema auditivo, algunos de los síntomas que presentan los que padecen esta rara enfermedad aparecen en el desarrollo de su adolescencia, y por lo general su susceptibilidad puede llegar a resonancias entre los 40 a 50 decibelios, parámetro utilizado para medir la intensidad del ruido; es decir, por debajo de lo que escuchamos en una conversación normal.

Esta enfermedad, clasificada en 2013 como un desorden psiquiátrico, desencadena reacciones que ponen al sujeto en una situación de extrema tensión, como estrés, ansiedad, ataques de pánico, ira extrema, irritabilidad y pensamientos violentos; expertos afirman que la rabia que experimenta el paciente a causa de los sonidos se intensifica cuando éstos provienen de familiares o personas cercanas a ellos.

Aunque todavía no hay una cura para esta molesta enfermedad, las personas que la padecen sugieren algunas medidas que los misofónicos pueden implementar para su día a día: los tapones para los oídos son una muy buena opción para el viaje en transporte público o bien las jornadas largas de trabajo, así como evitar, en la medida de lo posible, la cafeína y el alcohol ya que son sustancias que alteran el sistema nervioso de nuestro cuerpo debido a que este padecimiento produce una respuesta excesiva a los estímulos auditivos que procesa el cerebro.

A pesar de no contar con una cura ni tratamiento concreto, algunos especialistas sugieren terapias cognitivas o cognitivas-conductuales para tratar de entender al individuo afectado, así como hipnosis psicoterapéutica, terapias de respiración abdominal, entre otras. La misofonía es más que un simple disgusto al escuchar el ruido de un cubierto rayando un plato, los misofónicos son considerados histéricos y volubles, en algunas ocasiones se marginan de su entorno por la imposibilidad de convivir con los sonidos a su alrededor; es importante, en caso de presentar algunas de las características de este padecimiento, acudir de inmediato con un médico para que nos pueda referir las indicaciones pertinentes de acuerdo a esta enfermedad.

Referencias:

Blasco, Lucía. (2015). Misofonía: la enfermedad que hace que los sonidos del día a día resulten insoportables [en línea]. Recuperado de: http://www.bbc.com/mundo/noticias/2015/10/151030_salud_misofonia_hipersensibilidad_sonidos_lb

Gallagher, James. (2017). Misofonía: por qué el sonido de gente comiendo puede molestarte en exceso [en línea]. Recuperado de: http://www.bbc.com/mundo/noticias-38851231

Muy Interesante México. (2017). ¿ No soportas el sonido de las personas masticando? [en línea]. Recuperado de: http://www.muyinteresante.com.mx/salud-y-bienestar/mente-y-cerebro/17/02/7/personas-con-misofonia-cerebro-diferente/

Sanz, Elena. ¿Qué es la misofonía? [en línea]. Recuperado de http://www.muyinteresante.es/curiosidades/preguntas-respuestas/ique-es-la-misofonia

Redacción: Jessica Jazmín Martínez Hinojosa