Nuevo tratamiento para combatir la cirrosis hepática

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CIENCIA UANL / AÑO 19, No. 80, JULIO-AGOSTO 2016

La cirrosis es un síndrome hepático que provoca una inflamación constante en el hígado, lo que genera una respuesta que los especialistas llaman “cicatrización”; ésta consiste en que el hígado comienza a producir una gran cantidad de colágeno para encapsular el daño, lo cual en lugar de ser benéfico resulta perjudicial ya que termina alterando y destruyendo las funciones de este órgano, lo que conlleva un descontrol en las funciones hepáticas del individuo, por eso los pacientes con cirrosis son desnutridos, tienen retención de líquidos y no absorben bien los alimentos.

Al respecto, Javier Ventura Juárez, profesor investigador del Departamento de Morfología de la Universidad Autónoma de Aguascalientes (UAA), en México, en conjunto con un grupo de expertos, analiza el efecto de los fármacos doxazosina y carvedilol para tratar pacientes con cirrosis hepática.

La idea nace de un proyecto completamente diferente, nuestra línea de investigación es la amibiasis y en el proceso amibiano buscamos ver qué ocurre cuando se cambia el sistema nervioso autónomo (…) Eso lo hicimos, pero normalmente la amiba induce un absceso hepático en el hígado o úlceras en el colon. En el caso del hígado observamos que normalmente se hace una cápsula de tejido fibroso de colágeno, y esa es la vía final común del absceso amibiano; sin embargo, en los animales que les quitamos el sistema nervioso simpático no vimos eso, o vimos una expresión mínima del colágeno.

Por lo anterior, dijo, comenzaron a contemplar la posibilidad de trasladar este mismo proceso a las enfermedades del hígado que producen colágeno, para así tratar de moderar o erradicar sus efectos mediante la utilización de fármacos que ya existen en el mercado, pero que se utilizan para otros padecimientos, cuando también podría servir para controlar las células de fibrosis en el hígado.

Indicó que en distintas etapas del proyecto se han realizado varios experimentos y se han ido observando primero efectos gruesos y, posteriormente, efectos cada vez más finos, llegando a la conclusión de que a cierta dosis, la doxazosina y el carvedilol disminuyen el depósito de colágeno en el proceso de la cirrosis inducida.

Como no había nada escrito respecto a la aplicación en animales, consideramos primero administrar dosis altas para poder ver un efecto y, efectivamente, a 250 miligramos por kilogramo de peso, los animalitos se morían; entonces fuimos bajando la dosis hasta llegar a 100, 50 y 15 miligramos, entonces hemos visto cambios y mayor sobrevivencia, además de los cambios morfológicos que son evidentes en la dimensión del depósito de colágeno, que es la parte esencial de la cirrosis.

Por último, el profesor investigador de la UAA afirmó que han comenzado a realizar análisis sobre el proceso de regeneración del hígado para procurar que la proliferación celular se lleve a cabo de una manera ordenada, y evitar así que haya algún proceso que esté distorsionado o esté llevando a otro daño. Con los datos observados hasta ahora, se considera que hay una recuperación del órgano bastante ordenada (fuente: Conacyt/DICYT).