Pueblos mesoamericanos, los primeros científicos del polímero

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CIENCIA UANL / AÑO 19, No. 79, MAYO-JUNIO 2016

Una nueva investigación del MIT encontró que los pueblos precolombinos no sólo sabían cómo procesar la savia de los árboles de caucho locales para hacer una goma, sino que habían perfeccionado un sistema de procesos químicos con los que podían ajustar las propiedades del caucho en función de su uso previsto: para las suelas de sus sandalias, para las pelotas de goma que se utilizaron en los juegos, para las bandas de caucho y adhesivos utilizados para uso ornamental y para la fijación de álabes a los ejes, es decir, producían caucho optimizado para la resistencia y la fuerza.

Los exploradores españoles se encontraron con una civilización avanzada en Mesoamérica en el siglo 16, civilización que tenían diversas cosas que los sorprendieron, pero un tipo de objeto, en particular, no se parecía a nada que hubieran visto antes: pelotas de goma. Nada de dicho elástico e hinchable material existía en el Viejo Mundo, y tuvieron que luchar para encontrar palabras para describirlo.

El material de esta pelota era utilizado para diversas cosas, según Dorothy Hosler y Michael Tarkanian, variando las proporciones de los dos ingredientes básicos: el látex del árbol del caucho y el jugo de las vides de “la gloria de la mañana”.

La investigación se basa en un documento que Hosler, Tarkanian y Burkett Sandra, entonces profesor asistente en el MIT, publicado en Ciencias en 1999, mostró por primera vez que los mesoamericanos podrían haber utilizado la combinación de dos ingredientes para producir caucho. En el nuevo trabajo, que se basa en una combinación de experimentos de laboratorio, se recuperaron artefactos y las descripciones dejadas por los primeros exploradores, asimismo, demuestra cómo al variar la fórmula podrían afinar las propiedades del caucho.

Aunque Hosler y la investigación de Tarkanian demuestra que los mesoamericanos tenían las materias primas y los conocimientos básicos para realizar estas formulaciones diferentes, probar qué es lo que realmente hicieron requeriría pruebas adicionales, ya sea de cuentas contemporáneas o de los análisis químicos de las muestras utilizadas para diversos propósitos (Fuente: MIT).