El lado “perverso” de la curiosidad

curiosidad

La metáfora de uso popular “la curiosidad mató al gato” tiene origen en la lengua inglesa y sirve para advertir acerca de lo peligroso que puede resultar investigar o experimentar en exceso, pero ¿qué de cierto tendrá esta frase?, ¿acaso podría ser la curiosidad causante de algún peligro?

Comencemos por definir la curiosidad como cualquier comportamiento inquisitivo natural, evidente por la observación en muchas especies animales: es el aspecto emocional en seres vivos que engendra la exploración, la investigación y el aprendizaje. Esencialmente describe un número desconocido de mecanismos del comportamiento psicológico que tienen el efecto de impulsar a los individuos, humanos y no humanos, a buscar la información y la interacción con su ambiente natural y con otros seres a su alrededor. Pero es, sobre todo, un instinto natural, ya que confiere una ventaja de supervivencia a ciertas especies y se puede encontrar en sus genomas. Es algo natural que les sucede a la humanidad y a los animales, especialmente a los individuos más jóvenes.

Sin duda la curiosidad es muy tentadora, puede llevarnos a cometer imprudencias, a pesar de que seamos conscientes de las posibles consecuencias. En algunos casos puede derivar en una conducta peligrosa o dañina. No se puede violar la intimidad y la privacidad de otra persona sólo para satisfacer la curiosidad, justificando querer saber más sobre éste.

Pero la curiosidad suele ser uno de los puntos de partida hacia el desarrollo personal, artístico y profesional. Durante la infancia, antes de sumirnos en esa serie tan peligrosa de prohibiciones y reglas ideadas por la sociedad, lo normal es que no sepamos frenarnos ante el impulso de saber más, de aprender, de llegar hasta el fondo de cada misterio con el que nos tropezamos, o bien que no queramos hacerlo aunque nuestros mayores intenten disuadirnos. Y es así, dejándonos llevar por nuestras ansias de descubrir lo aparentemente oculto y prohibido, que muchas veces cultivamos vocaciones, o bien abrimos puertas que los demás seres humanos creían imposibles de abrir, o que ignoraban completamente. En casos triviales la curiosidad se asocia a buscar el escondite de los regalos de Navidad, leer una carta ajena o espiar a otra persona por una mirilla; pero este impulso puede llevarnos a generar grandes avances.

De esta manera surge una interrogante ¿cómo consigue una persona que en su infancia mostraba una inquietud constante, convertirse en un ser moderado y reacio a los cambios? Es a través de los consejos de los mayores y de las decepciones de la vida, poco a poco nos vamos convenciendo de que los riesgos no valen la pena, y así vamos apagando nuestra curiosidad. Una vez más, el poder de las imposiciones sociales nos moldea, sacrificando algunos de nuestros mejores rasgos en el proceso.

Regresando a la frase del principio, cabe mencionar que existe un final para dicha frase, aunque no se usa con tanta frecuencia, en algunas ocasiones culmina en verdad: “pero la satisfacción lo revivió”.

Lic. Jessica Y. Martínez Flores

Fuentes: https://es.wikipedia.org/wiki/Curiosidad

http://www.investigacionyciencia.es/noticias/el-lado-perverso-de-la-curiosidad-14130

Definición de curiosidad – Qué es, Significado y Concepto http://definicion.de/curiosidad/#ixzz47ETnvX7i