Los buzos y el síndrome de descompresión

En 2014, Alejandro Ramos buceaba en Puerto Viejo de Pisco, Perú, cuando un barco carguero cortó su manguera de aire. Por consiguiente, nadó rápidamente a la superficie, sin embargo, al emerger de las profundidades, las burbujas de nitrógeno que albergaba su cuerpo por la respiración del aire comprimido le deformaron el cuerpo al alojarse en el pecho y brazos de manera permanente; esta extraña lesión es conocida como “Síndrome de descomprensión” o barotraumatismo.

Este síndrome fue observado por primera vez en 1839, y a partir de la Segunda Guerra Mundial se pudo apreciar que esta enfermedad afectaba por igual a los pilotos, ya que éstos alcanzaban grandes altitudes en poco tiempo; al descender de repente, la despresurización brusca conducía a la aparición de la enfermedad.

Los riesgos del barotraumatismo pueden ser reducidos de diferentes maneras. Los buzos deben evitar volar dentro de las próximas 24 horas posteriores a su última inmersión, usar gas enriquecido con oxígeno, realizar la descompresión isobárica (para eliminar el sobrante de gas que se acumula en los tejidos); además ejercitarse varias horas antes de bucear puede ser protector.

Actualmente, el tratamiento principal para esta lesión consiste en pasar tiempo en una cámara hiperbárica. En ésta, la persona es expuesta a una presión de aire en aumento, la cual se asimila a la que se tiene bajo el agua; una vez que la presión se encuentra en el nivel indicado, ésta comienza a reducirse lentamente, como si se estuviese emergiendo poco a poco a la superficie.

 

Daniela Lara

 

Fuentes: https://www.cigna.com/es-us/individuals-families/health-wellness/hw/temas-de-salud/lesiones-por-presin-en-el-buceo-abo0894; https://www.infobae.com/america/america-latina/2018/12/13/el-buzo-que-quedo-popeye-continua-en-busqueda-de-ayuda-para-su-rara-condicion/; https://www.ncbi.nlm.nih.gov/books/NBK537264/