¿Alguna vez te has preguntado por qué en ciertos lugares se pueden apreciar más los astros que en otros?

La NASA comunicó que los astronautas, con tan sólo mirar hacia la Tierra, pueden distinguir cuándo nos encontramos en época navideña, ya que la cantidad de luces que usamos es descomunal. Lo anterior es un ejemplo de la contaminación lumínica que, sin darnos cuenta, provocamos en nuestro planeta.

La contaminación lumínica es provocada por la luz artificial reflejada y disparada hacia la atmósfera, lo cual termina por aumentar el brillo del cielo nocturno y disminuir la visibilidad de los cuerpos celestes.  Es por esta razón que los observatorios astronómicos se encuentran alejados de las ciudades, puesto que éstas resultan ser el foco principal de contaminación lumínica.

Por consiguiente, John E. Bortle, astrónomo estadounidense, diseñó en 2001 la escala de Bortle, con el fin de medir el brillo del cielo nocturno; ésta apareció por primera vez en la revista Sky & Telescope. Dicha escala cuenta con nueve niveles o clases que categorizan la calidad perceptiva del cosmos, siendo el primero el cielo más oscuro en la Tierra, y el noveno, el más visible desde el centro de una ciudad.

Clase 1: cielo oscuro excelente

La luz zodiacal, gegenschein (luz antisolar) y banda zodiacal son visibles. La galaxia M33 (Galaxia del Triángulo) es visible a simple vista; las constelaciones de Escorpión y Sagitario proyectan sombras en el suelo; Júpiter y Venus afectan la adaptación de la oscuridad en el ojo. Esta nirvana para los observadores imposibilita ver los alrededores, ya sean las siluetas de los árboles, telescopios o autos que se encuentren cerca del espectador.

Clase 2: cielo oscuro típico

M33 es visible a simple vista. La Vía Láctea aparece morfológicamente compleja en verano; la luz zodiacal sigue siendo lo suficientemente brillante para proyectar sombras al alba y al crepúsculo; las nubes son visibles como hoyos negros o zonas oscuras sin estrellas; por último, muchos cúmulos globulares de Messier son aún más observables a simple vista.

Clase 3: cielo rural

La contaminación lumínica comienza a visualizarse en el horizonte, donde las nubes pueden parecer iluminadas cerca de éste, pero oscuras en lo alto del cielo. La Vía Láctea sigue observándose con dificultad; la luz zodiacal aparece impresionante en primavera y en otoño aún se puede apreciar su color. Algunos cúmulos globulares como el M4, M5, M15 y M22 son visibles a simple vista, no obstante, se complica observar la M33.

Clase 4: transición cielo rural y periurbano

Varios resplandores de contaminación lumínica son visibles en varias direcciones sobre el horizonte. La luz zodiacal aún es observable, pero no tan impresionante; la Vía Láctea pierde detalles a pesar de seguir apareciendo espectacular en el horizonte; M33 es difícil de ver.

Clase 5: cielo periurbano

La luz zodiacal es débilmente visible, pudiéndose apreciar con esfuerzo en las mejores noches de primavera y otoño. La Vía Láctea parece muy débil o incluso invisible cerca del horizonte; las fuentes de luz se pueden ver o casi todas las direcciones; las nubes son más brillantes.

Clase 6: cielo periurbano brillante

No hay rastro de la luz zodiacal; la Vía Láctea sólo es visible durante el cénit en primavera; el cielo, a 35° del horizonte tiene un brillo grisáceo; las nubes aparecen brillantes en cualquier parte del cielo; es complicado observar M33 sin binoculares.

Clase 7: transición cielo periurbano y urbano

Todo el cielo tiene un tono grisáceo y las fuentes de luz se pueden apreciar en todas direcciones. Aquí, la Vía Láctea es invisible y M44 (El Pesebre) o M31 (Galaxia de Andrómeda) son ligeramente visualizadas sin la ayuda de algún aparato óptico, no obstante, son indistinguibles la una de la otra, ya que se presenta una disminución en la calidad del cielo.

Clase 8: cielo urbano

El cielo brilla de color gris o anaranjado, la luz de éste permite la lectura de los periódicos sin dificultad alguna. Los observadores experimentados son los únicos que con este nivel pueden observar la Galaxia de Andrómeda y El Pesebre; los objetos de Messier pueden ser visualizados con ayuda de telescopios y las estrellas más brillantes pueden ser invisibles o débilmente visibles.

Clase 9: cielo de centro de ciudad

El cielo brilla intensamente, incluso en el cénit. Las estrellas que conforman las constelaciones se aprecian con debilidad, sin embargo, constelaciones como Cáncer y Piscis son imposibles de percibir por el ojo humano. Los únicos objetos que pueden verse en buenas condiciones son la Luna, los planetas y algunos cúmulos estelares brillantes.

 

Referencias

García, D. (s.f.). Caracterización de la calidad del cielo nocturno de General Roca (Fisique Menuco). http://sac.csic.es/astrosecundaria/es/astronomia_en_la_ciudad/caracterizacion_del_cielo_nocturno_de_General_Roca.pdf

John E. Bortle – 2013 Leslie Peltier Award | The Astronomical League. (s. f.).  Wayback Machine. https://web.archive.org/web/20150620002810/https:/www.astroleague.org/content/john-e-bortle-2013-leslie-peltier-award-0

Las luces de Navidad en las ciudades se ven desde el espacio. (2014, 17 diciembre). El País. https://elpais.com/elpais/2014/12/17/ciencia/1418820203_689620.html

MacNeill, S. (s. f.). John Bortle’s Dark Sky Scale. Frosty Drew Observatory & Sky Theatre. https://frostydrew.org/papers.dc/papers/paper-bortle/

Montejo, C. (2021) Bioluminiscencia: la iluminación del mañana. [Tesis de licenciatura] Universidad de Valladolid.

Truyenque, K. (2018).  Centro Astronómico de Nasca. [Tesis de licenciatura] Universidad Peruana de Ciencias Aplicadas.

UNAM. (s. f.). Contaminación Lumínica. Universidad Nacional Autónoma de México – Instituto de Astronomía. https://www.astroscu.unam.mx/IA/index.php?option=com_content&view=article&id=673&Itemid=273&lang=es